las putas y los grandes poetas deberían
evitarse unos a otros:
sus profesiones son peligrosamente
similares:
desde el Imperio Romano hasta nuestra
Era Atómica
ha habido más o menos el mismo
número de putas y
poetas,
y las autoridades siempre han
intentado ilegalizar
a aquéllas
y hacer caso omiso de éstos,
lo que demuestra
lo peligrosa
que es
la poesía
en realidad.
Charles Bukowski, Escrutaba la locura en busca de la palabra, el verso, la ruta
Hace 16 horas