miércoles, octubre 31, 2007

Una ciudad llamada perdición

Estuvo toda la tarde recogiendo nieve en el jardín
horas arrastrando sus manos sobre el césped
horas de rodillas jugando con los peligros ocultos
y cuando por fin hizo su bola
y quiso jugar con los demás niños
apareció el calor derritiendo los sueños.


Llegó tarde a la cita con la naturaleza
como yo he llegado tarde hasta ti.


Nadie en el vecindario
escuchaba bluses tristes
ni flamencos desgarrados


Y tú te alejabas entre los copos
silbando algo que recordabas
de nuestra única noche juntos


La última noche tembló la tierra
cuando se cruzó una mirada
y miles de muertos
decoraron las calles de Balakot


Miles de recuerdos tirados en la calle

Deshielo.
Noche.
Perdición.


David Refoyo, Postuario (Inédito)