Sebald trata en este libro de ensayos un tema poco conocido en la literatura. La destrucción de cientos de ciudades y pueblos, por parte de la aviación de los aliados durante la Segunda Guerra Mundial. Ciudades y pueblos que fueron arrasados, destruidos, y, con ellos, miles de civiles. Un tema más o menos silenciado. Sebald apunta respuestas. Entre otras cosas, fue silenciado porque a los supervivientes les embargaba una mezcla confusa de vergüenza, necesidad de mirar hacia adelante y no hacia atrás y conmoción por aquellas ciudades incendiadas y aquellos cadáveres hervidos y quemados. En la última parte analiza la obra de Alfred Andersch, escritor alemán que no sale precisamente bien parado.
Sebald demuestra, una vez más, su maestría, se meta en el terreno en que se meta. Y menciona una novela de Gert Ledig que empezaré a leer en breve, y de la que me había hablado David González. Si alguien no ha leído a Sebald, le sugiero que empiece por Vértigo o por los haikus de Sin contar.