Un libro breve y autobiográfico. Marga Minco y su familia viven a cabllo entre Breda y Ámsterdam. Son judíos. La novela describe cómo, poco a poco, Marga va quedándose sola, mientras su familia es deportada. Con una prosa sutil, y capítulos muy cortos, nos adentra en un mundo que parecía pacífico hasta que llegaron las primeras prohibiciones, las botas de los soldados golpeando las aceras y las estrellas que debían coserse en las solapas de los abrigos.
La mayor virtud de Minco como narradora es demostrar que, al principio, no tenían miedo. Que pensaban que eso que se contaba por ahí nunca les sucedería a ellos. Que pronto volverían a reunirse. Que esas cosas (ghettos, desapariciones, campos de concentración) no ocurrían en su realidad. Pero Marga Minco no volvió a ver a su familia. Ella sobrevivió para contarlo. Un personaje lo resume en uno de los pasajes del libro: Dicen que de allí no vuelve nadie.