La televisión nos depara continuas sorpresas. Ese es uno de los ganchos de su poder de convocatoria. Pero aquellas son, en general, bastante malas. Por fortuna nos quedan dos o tres alegrías. Voy a hablar de varias sorpresas agradables y desagradables. Tenemos el caso de “Los Simpson”: a diario uno puede encontrárselos en la televisión. Llevan alegrándonos la vida unos cuantos años, hemos visto cientos de capítulos. Pero la cadena responsable tiene la fea costumbre de ponerlos en el orden que le sale del ojete a algún “cerebro” de la programación: enciendes la tele y aparece un episodio nuevo; al día siguiente, a la misma hora, te topas con uno de los diez primeros capítulos. Las voces de quienes los doblan no son las mismas, los dibujos no son los mismos porque han mejorado durante su desarrollo, ni siquiera el universo de Springfield es idéntico porque lo han enriquecido con más personajes y situaciones. Al tercer día te topas con un capítulo que no es ni nuevo ni tan viejo. Este desorden atañe a otra de mis series predilectas: “Friends”. Un día te sientas ante el televisor y los protagonistas han envejecido un poco, se han casado entre ellos, han tenido hijos, etcétera. Otro día compruebas que están más flacos, que no se han liado entre ellos, que es una de las primeras temporadas. Así no hay quien se aclare.
La misma cadena de televisión que programa “Friends”, y que nos ofrece “House”, ha estado anunciando desde hace semanas una nueva serie española. “Cuenta atrás”, se titula. El protagonista es Dani Martín, así que con eso está dicho todo. Fue lo único malo de la película “Sinfín”. Salió también en “Yo soy la Juani”, donde el conjunto era lamentable, salvo la actuación de Verónica Echegui y un par de pasajes del guión. Bigas Luna no está en forma. Mi objetivo, dado que estrenaban “Cuenta atrás” a principios de semana, era esquivar la serie. Pero me senté a ver “House” y, como es la serie de mayor audiencia de esa cadena, nos enchufaron un reportaje publicitario demasiado largo sobre “Cuenta atrás”. Hablaban de ella como si fuese el cenit de las series, una obra maestra española. Así que me tocó tragarme el reportaje. Dani Martín me hizo reír mucho. Es muy malo. Como un dolor de muelas. Recomiendo que le den unas clases intensivas de interpretación. Si ya se las han dado, que las repitan. Me reí porque no había dios que se lo creyera en el papel de poli chabacano. Sin duda es uno de los peores actores de la actualidad, y podemos situarlo en el mismo podio que a Christopher Lambert, Steven Seagal, Chuck Norris y Casper Van Dien.
Al día siguiente teníamos la televisión encendida, y yo estaba buscando unos datos en el ordenador. De fondo escuché la voz de Carlos Areces, que pertenece a la tripulación de “La Hora Chanante”. Me interesó lo que decía, pues, en tono de broma, hablaba de algunas películas, entre ellas “Plan 9 from Outer Space”, uno de esos bodrios encantadores que dirigió Edward D. Wood Jr., que conocerán por el biopic de Tim Burton, “Ed Wood”. Vi hace años “Plan 9…” y me hizo pasar un buen rato. Basta ver esas escenas en las que tan pronto es de noche como es de día, o los decorados de las naves espaciales. Estuve viendo un poco del programa, que se titula “Fenómenos” y es nuevo, aunque va por su cuarto episodio. Al parecer, también interviene Dani Mateo, uno de los presentadores más amenos y simpáticos de la televisión. Programas como este (o, al menos, la parte que escuché) suponen una agradable sorpresa. Hablan de cine cutre, de cine casposo, de terror, de cultura pop. Con gracia y desenfado. Sin recurrir al petardeo, como en el magazín ese, “D-Calle”.