lunes, abril 02, 2007

Pequeños disgustos

Uno no puede estar siempre con la sonrisa en la boca. Ciertos días, leyendo bitácoras y periódicos en la red, artículos y noticias varias, uno termina de mal humor. A veces dan ganas de lanzar el famoso grito de guerra de ese sabio y eterno cascarrabias que es Fernando Fernán Gómez: “¡A la mierda!”. Lo primero que me irrita es leer un reportaje en el diario La Razón en el que escriben mal el apellido de Charles Bukowski: lo escriben “Bukowsky” (mal escrito en todas las ocasiones en que lo nombran). Este error lo había encontrado a menudo en blogs, e incluso en foros de opinión en los que algún energúmeno alegaba haber “leído mucho a Bukowsky” (mal escrito, de nuevo). No falla: quienes presumen de leer a Charles Bukowski, pero no saben escribir su nombre, es que apenas lo han leído. Encontrarlo en un diario nacional me hace preguntarme por quienes deberían verificar los datos de los nombres. Leo también, y a menudo, que la gente tiende a escribir en los periódicos “motu propio”, en vez de su forma correcta, que es “motu proprio”. Aún me perjudica más escuchar por la calle, en los bares y por ahí, eso tan feo de “delante mío” y “delante tuyo”. Horrible.
Me disgusta encontrar una noticia que nos informa de la decisión final del estreno y del montaje de “Grindhouse” en los países de habla no inglesa. Como saben, “Grindhouse” (que se convertirá en una moda, en cuanto se estrene por aquí) es un proyecto conjunto de Robert Rodríguez y Quentin Tarantino. Ambos se propusieron celebrar su pasión por las películas de programa doble de los cines de barrio. Así que cada uno rodó un capítulo o película corta. Rodríguez eligió el tema de los zombies. Tarantino, el de los asesinos en serie. Luego encargaron a varios colegas directores que rodaran trailers falsos para meterlos entre ambos capítulos. “Grindhouse”, por tanto, es un programa doble. Dos películas por el precio de una, “Planet Terror” y “Death Proof”, unidas por esos trailers protagonizados por nazis, mujeres lobo, Machete y Fu Manchú, entre otras sorpresas que no han sido desveladas. Leo ahora que sólo en Estados Unidos, Reino Unido y Australia se estrenará tal y como se concibió. En España, como en otros países, la veremos cortada en dos, y estrenada al revés: es decir, si en el programa doble se proyecta primero “Planet Terror” (la de Rodríguez) y luego “Death Proof” (la de Tarantino), aquí veremos en junio la de Tarantino y, en agosto, la de Rodríguez. Los trailers falsos irán al principio de cada película. Esta decisión obedece a las ansias por el dinero de sus productores, o sea, los mafiosos Hermanos Weinstein. Cortándolas en dos ganarán, se supone, el doble de dinero. Como hicieron con “Kill Bill”. Sólo nos queda un consuelo a los fans de ambos directores: parece que, al estrenarlas por separado, ambas incluirán metraje no visto en los países de habla inglesa.
Ciertas decisiones de la industria cinematográfica son difíciles de entender. Hace meses se estrenó “Bosque de sombras”, la película dirigida por el vasco Koldo Serra, rodada en inglés con Gary Oldman. Ninguno de los cines de Madrid capital la estrenó. Sólo se pudo ver en las ciudades de la periferia. Así que tuve que recurrir a la red. En ningún sitio la estrenaron en versión original, y, aunque la película es buena, es ridículo escuchar el doblaje. Varios actores españoles conversan con Oldman, y uno de ellos le dice a éste: “Habla usted muy bien español”. Un juego que en el doblaje no se entiende, porque en la VO Oldman maneja dos idiomas. Pero nada de todo lo anterior enfurece más que el hecho de ver cómo un país entero sólo se preocupa, tras el interrogatorio de un presidente, por si conoce o no el precio exacto de un café.