De El País de hoy:
Este texto no fue publicado en vida del autor. Escrito en la década de los noventa, permaneció guardado en su archivo personal. El pasado 25 de enero, poco después de la muerte de Kapuscinski, vio la luz en la Gazeta Wyborcza:
Todas las mañanas, después de despertarme me tomo un café y salgo a dar mi paseo. Son las siete. Recorro la calle en la que vivo, la Prokuratorska, en dirección a la Wawelska. Paso junto al consulado británico: ante la verja, a esta hora, ya espera un nutridísimo grupo de personas. Pasan allí la noche, duermen en los coches, en los céspedes, en los bancos: han venido para solicitar un visado. Enseguida sé que estoy en el Tercer Mundo. Tamañas aglomeraciones no se dan ni en Oslo ni en Berna, pero sí en Kampala y en Kuala Lumpur. (Seguir leyendo: aquí)