Mary Harron (American Psycho, Yo disparé a Andy Warhol) dirige este biopic sobre la famosa pin-up Bettie Page, a quien interpreta Gretchen Mol. La vida de esta mujer incluye su conversión en icono pop, su paso por las páginas de Playboy, el peso del puritanismo y sus fotografías de contenido masoquista.
Si algo hay que agradecerle a Harron es: el empleo de una fotografía a veces en blanco y negro y a veces en color que recuerda a una época esplendorosa del cine, la sutileza mostrada en algunas escenas y la elección de Gretchen Mol para ajustarse a la cara y el cuerpo de Page.
Sin embargo, el producto final se resiente demasiado de esa sutileza (que, ya digo, en ocasiones viene bien: por ejemplo, cuando evita mostrarnos cómo un grupo de pandilleros la viola), y lo que era una vida sórdida y ambientada en el lado oscuro de USA termina siendo un biopic demasiado blando, una película superficial que no explora a fondo los placeres, las alegrías, los sinsabores y las penurias de Bettie Page. ¡Se me cae la baba de pensar lo que Tim Burton hubiera hecho con el mismo material, o lo que podría hacer el mismo Scorsese, de quien llegó a rumorearse hace años que pretendía rodar un filme basado en su vida!
Floja, pero puede verse por el uso de la fotografía y la actuación de Mol. [Cuando terminó, y como no me había dejado buen regusto, lo arreglé volviendo a ver Angel Face, con Robert Mitchum y Jean Simmons, que sí es una película de verdad]