martes, noviembre 29, 2005

Recomendación: La trilogía de Nueva York



Paul Auster mezcla la confusión de identidades, las novelas de Chandler y Hammett, el homenaje a Cervantes y a Don Quijote, el clásico del cine negro Retorno al pasado, la locura, Walt Withman, su propia vida, los cuentos de Nathaniel Hawthorne, la búsqueda, la pérdida de uno mismo, la escritura como vida y la muerte y la disolución como viajes al final de un libro, y lo agita todo, añadiéndole esas gotas que configuran su literatura (personajes que se cruzan, metafísica y azar, vidas escritas a mano en misteriosos cuadernos rojos, tramas complejas como telas de araña, obsesiones e historias insólitas).

El resultado es su célebre La trilogía de Nueva York, formada por Ciudad de cristal, Fantasmas y La habitación cerrada. Una vuelta de tuerca al género de novela negra, del que se sirve para teorizar sobre la condición humana y abrir más interrogantes que cerrar respuestas.