viernes, diciembre 20, 2024

Los violentos: algunos enlaces

 

Ficha del libro

Primeras páginas

Cultura Inquieta (Diego Medrano)

Zenda Libros (Hilario J. Rodríguez)

El Muro de La Sexta (Montero Glez)

Llegir.cat (Mario Guerrero)

Vive! Radio Zamora (Patri Alonso)

La Nueva Crónica (José Ignacio García)

La Opinión de Zamora (Natalia Sánchez)

La Jungla de las Letras (Aurelio R. Silvano)

Onda Cero Zamora (Uxúa Delgado)

Ahora Qué Leo

Xplica (La Sexta)


jueves, diciembre 19, 2024

Próximamente: Un abrazo fuerte. Homenaje al poeta David González

 

Ya en preventa. Más datos: aquí.

Nómina de autores:

Adolfo Marchena, Albert Sihod, Alberto García-Teresa, Alejandro Mallada, Ana Pérez Cañamares, Ana Vega, Andrés Izu, Andrés Ramón Pérez Blanco (El Kebran), Ángel González González, Ángel Petisme, Antonio Díez, Antonio Orihuela, Belo, Brenda Ascoz, Carlos Salcedo Odklas, Carmen Beltrán, David Mardaras, Doris Escarlata, Enrique Cabezón, Enrique Falcón, Enrique Villagrasa, Enrique Villarreal «El Drogas», Escandar Algeet, Esteban Gutiérrez Gómez «Baco», Eva Vaz, Fee Reega, Fermín Herrero, Fernando Beltrán, Fernando García Magdalena, Francisco Rojas Monfra, Gabi Oca, Gsús Bonilla, Inma Luna, Javier Pascual «Pascu», Javier Payeras, Javier Vayá Albert, Joaquín Piqueras, Jorge M. Molinero, Jorge Riechmann, José Ángel Barrueco, José Ferreras, José Luis Pérez Pastor, José Malvís, José Pastor González, José Yebra, Josu Arteaga, Juan Leyva, Julia Navas Moreno, Julia Roig, Karmelo C. Iribarren, Kike Babas, Kutxi Romero, Lucas Rodríguez, Luisa Echeverría, María Nieto, Mario Crespo, Miriam Reyes, Montero Glez, Nacho Tajahuerce, Nacho Vegas, Pablo Cerezal, Patxi Irurzun, Pedro Teruel, Pepe Pereza, Pilar Gorricho, Safrika, Sagrario Manrique, Sara Prida Vega, Silvia D. Chica, Sofía Castañón, Sonia San Román, Uberto Stabile, Verso Fuster, Vicente Muñoz Álvarez.

 

En Aleteia: Aquella Navidad

 

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The King of Kings: primer cartel

 


martes, diciembre 17, 2024

Perla, de Siân Hughes

 

Éste es un libro sobre la pérdida y las heridas que deja. Cuando la narradora de la novela era una niña de 8 años, su madre abrió la puerta de casa y se marchó sin decir nada: sin dejar una nota, sin dar avisos ni señales de vida, incluso sin equipaje. Nunca más se supo de ella: si estaba viva o muerta, si quiso huir de la familia o si pensaba suicidarse o si salió a hacer un recado y le ocurrió algún accidente. Esa incertidumbre ha marcado la vida de la protagonista, que analiza el poema “Pearl” (que le gustaba a su madre) e incluso le pone ese nombre a su hija. La pérdida la sume en una especie de vacío que no consigue llenar, en una búsqueda de respuestas al enigma. Y así relata su vida, bajo el peso de esa desaparición. La escritora, que fue primero poeta, nos conmueve con esta historia sobre añoranzas, maternidad y problemas mentales que fue nominada al Booker Price. 2 extractos:

No creo en la resurrección de la carne. No especialmente. Pero si fuese verdad que los muertos apartan la hierba para salir de las tumbas y, deslumbrados por la luz del sol, se sacuden la tierra del pelo, la escena no sería muy diferente de la que se puede contemplar en el cementerio de Tilston el fin de semana de las Vigilias. Solo que un poco más concurrida. A finales de agosto nos convertimos en renacidos. Sentados en mantas variadas junto a las tumbas de nuestros familiares, pasándonos bocadillos y porciones de tarta, encarnamos la resurrección de nuestros ancestros arrastrando su mala dentadura, sus delicados tobillos.
Me pregunto si los muertos resucitan a la misma edad en que murieron. De ser así, mi madre estaría de suerte. No tanto mi tío abuelo, que sufría artritis.

**

Nadie más quiere venir. Ni mi padre, ni mi hermano. Nunca nos acompañan. Cuando les digo: “Todo el mundo va a las Vigilias”, mi padre se queda mirándome con tristeza. Lleva diciéndome que mi madre no va a volver desde que tenía ocho años. Ahora ni siquiera hacen falta las palabras: sé lo que significa esa mirada. Pero si mi madre volviese, ¿dónde, si no, vendría a buscarnos? ¿Cómo me reconocería si no estuviese sentada junto a esta lápida, si mi aspecto no fuese más o menos el que ella tenía hace treinta años? ¿Cómo, si no, la reconocería yo?




[Sajalín Editores. Traducción de Ana Crespo]

Cartel de September 5

 


En Aleteia: Cascanueces / El búho y la niña

 

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Marisa Paredes (1946 - 2024)

 


A Complete Unknown: nuevo cartel

 


The Ritual: primer cartel

 


Trailer de Warfare

 

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Ballerina: primer cartel

 


Paperbacks from Hell, de Grady Hendrix

 

Me lo he pasado bomba con este libro de Grady Hendrix en edición de lujo (formato grande y cientos de ilustraciones en color), que comenzó por su interés en las cubiertas de las novelas de terror de antaño. Aunque cita a los grandes y consolidados (King, Barker, Ketchum, Levin, Peter Blatty), se centra más en escritores e ilustradores menos conocidos, sobre todo si los argumentos de sus novelas son delirantes y loquísimas... Algunas sinopsis me han hecho soltar carcajadas. 

Lo curioso del caso es que no todo lo que leyó Hendrix era basura: hay varias obras notables que él mismo está apadrinando para sus reediciones en el mercado anglosajón. Algunas las hemos leído o incluso hemos visto las cubiertas en las mesas de novedades. En La Biblioteca de Carfax, por ejemplo, están sacando varias de las más prestigiosas. Y una de las que el autor analiza con más detenimiento está a punto de salir en Minotauro: El subastador (de Joan Samson). Y, como curiosidad, en Alamut reeditaron hace poco La Fortaleza (sí, la que inspiró The Keep de Michael Mann). 2 rarezas que apuntamos ya mismo.

Muy divertido y para tomar nota de varios autores.



[Minotauro. Traducción de Pilar de la Peña]


Cartel de The Gorge

 


28 Years Later: primer trailer

 

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En Aleteia: La lección de piano

 

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Cartel de Cleaner

 


Cartel de The Salt Path

 


martes, diciembre 03, 2024

El ruido de una época, de Ariana Harwicz

 

Escribir sin ofender a nadie es un oxímoron.

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Lo políticamente correcto es la gangrena del arte en este siglo. Un dibujante francés dijo: “Lo que es bueno para la caricatura, no lo es necesariamente para la democracia”. Que cada cual elija a qué amo obedecer.

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Escribir es sustraerse a la vida. Pero para escribir hay que vivir. Me doy cuenta ahora hasta qué punto primero hay que lanzarse a la vida, olvidando la escritura, para después lanzarse a escribir, olvidando la vida. Escribir es ante todo una operación temporal, como la música. Escribir es más que vivir, es vivir dos veces. O es menos que la vida, es una relación especular, oblicua, distorsionada. Por eso, a veces un texto nos hace llorar. Pero el mérito de la emoción no es literario, el mérito es todo de la vida. Y viceversa.

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Vaciar el lenguaje de violencia es imposible.

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Cuando periodistas, presentadores y editores de cada festival y encuentro literario de diversos países ponen el acento en que somos “escritoras mujeres + nacidas en los setenta + latinoamericanas”, lo que buscan es alienarnos. Se nos reúne bajo un mismo lema, un gremio, una condición, un cupo: el combo de ser mujeres, de una misma generación y latinas. Eso puede parecer una política de apoyo, de visibilidad, de inclusión y de justicia frente a siglos de borrado de la mujer en todos los ámbitos, y en un principio pudo ser así. Hoy creo que ese discurso, omnipresente y totalizante, es contrario a la valoración de una lengua, de una obra, de un universo de ficción. La única condición de un escritor, de la generación, cultura y época que sea, es la de ser único e irreductible.

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La descripción de la realidad misma, vivir, se ve como incitación al odio. El arte que no responde a las consignas ideológicas es judicializado y acusado de xenófobo, islamofóbico, transfóbico. Toda la larga semántica de la “fobia” está puesta al servicio de que se renuncie a pensar. Suponer que uno lee desde la identificación primaria es un error.

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No separar la obra de la vida de su autor es una catástrofe para cualquier creador. Se examina su vida conyugal, su currículum, su prontuario, su casa, si fue infiel, si paga los impuestos de alumbrado, barrido y limpieza, como si fuera parte del texto ficcional.

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Los escritores tienen que escribir en contra de la mentalidad que se les asigna, en contra de la presión colectiva, pero el problema no es lo que escribimos, lo que nos publican, lo que nos instan a escribir, el problema es lo que somos.



[Gatopardo Ediciones]

A Real Pain: 2 carteles

 



En Aleteia: Robot salvaje

 

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Silvia Pinal (1931 - 2024)

 



Banner de William Tell

 


Cartel de The Last Showgirl

 


Jim Abrahams (1944 - 2024)

 


lunes, noviembre 25, 2024

Despertar a los muertos, de Scott Spencer

 

Una de las cosas que más me gustaron de Juror #2 fue la ambigüedad: me entusiasma que en una película no queden claros todos los matices y el final sea abierto. Esa ambigüedad es arte puro porque saber mostrarla y conseguir el equilibrio es muy difícil. El espectador medio actual no pilla la ambigüedad: para él todo tiene que ser blanco o negro, no capta los tonos grises y por eso no aprovecha por completo una obra y es incapaz de discernir los finales abiertos.

Esa ambigüedad es la que refleja Scott Spencer en esta novela de prosa sólida (si leísteis Amor sin fin ya sabéis a lo que me refiero). Cuando comienza la novela, el protagonista, un joven que quiere meterse en política, pierde a su novia porque la asesinan en Chile. Unos años después, ya en plena campaña como candidato demócrata, empieza a sentir que aquella chica, Sarah, está viva. La siente en el aire, la ve en sueños, la nota como una presencia. De ahí el título: Despertar a los muertos (el actor y director Keith Gordon la adaptó al cine, hace años, con Billy Crudup y Jennifer Connelly, pero no la he visto).

Lo interesante, lo ambiguo, es que no sabemos si eso es real o sólo imaginación, como cuando hemos perdido a un ser querido y unos pocos días después creemos haberlo visto en la calle (el poder de la sugestión). Todo esto conecta, y además lo reconoció el propio autor en una entrevista concedida a Lorrie Moore, con Vértigo, la obra maestra de Hitchcock y esa obsesión por una mujer que puede conducir a la locura y a la paranoia. Mantener vivo el recuerdo de alguien que desapareció también es una manera de resucitar a un muerto, traerlo cada día con nosotros.

Scott Spencer, novelista de detalles precisos, y que en esta novela me recuerda un poco al Robert Coover de La hoguera pública, conjuga la campaña política del narrador como candidato a congresista con esa obsesión por una mujer que quizá exista o quizá ya no y que va desmoronando su vida y afectando a su credibilidad como político y a sus relaciones (íntimas, laborales y familiares). No es tan absorbente como Amor sin fin pero os aseguro que es una novelaza. Puede que el giro narrativo de las últimas páginas os despiste un poco: dadle vueltas, y luego leed esa entrevista donde Lorrie Moore habla del final y de su contraste con el resto del libro.



[Muñeca Infinita. Traducción de Ce Santiago] 

Cartel de Nutcrackers

 


Cartel de Beatles '64

 


En Aleteia: La luz que no puedes ver

 

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Nosferatu: 2 nuevos carteles

 



Parthenope: nuevo cartel

 


jueves, noviembre 14, 2024

El año pasado en Marienbad, de Hilario J. Rodríguez

 

Durante la proyección de esta película-sueño de Alain Resnais, El año pasado en Marienbad, tan admirada como denostada entre la cinefilia, uno nunca sabe dónde empieza el sueño y dónde la realidad, pero no sólo respecto a lo que ocurre en la pantalla y su historia ficticia, sino en la experiencia propia como espectador. He visto 2 o 3 veces esta obra onírica y enigmática y en todas ellas no sé si he llegado a dar un pestañazo para soñar durante 10 segundos o si el influjo de las imágenes se me ha metido tan adentro que he dudado de mí mismo y de mi percepción.

En este libro de pequeño formato, escrito para la colección Telemark de Providence Ediciones, en la que prestigiosos críticos y escritores analizan una película, cada uno a su manera, Hilario J. Rodríguez demuestra una vez más su valía y le saca todo el jugo posible al largometraje de Resnais.

Con el subtítulo “Recuerdos del futuro”, el autor divide en dos su estudio: en la primera mitad, durante alrededor de 100 páginas, nos ofrece el análisis del filme subdividido en forma de capítulos, como si fuese una novela corta, y en abundantes párrafos encontramos notas al pie que nos dirigen a la segunda mitad, que abarca más o menos otras 100 páginas, y en las que las Notas conforman el hueso de esta portentosa exploración literaria, artística y cinematográfica, mientras la primera mitad vendría a ser la carne. Para llegar al hueso hay que devorar primero la carne, pero en este caso es esencial que el lector alterne las dos mitades y lea cada nota a medida que avanza en los capítulos, y no la deje para después (como a veces hacemos en lecturas en las que las notas no acompañan al texto principal, sino que son meros apoyos). Aquí la primera mitad dialoga con la segunda, en un flujo continuo que va y viene, y me parece esencial que la lectura se haga así y no de otra manera.

Era complicado dedicar textos a una película sobre la que se ha escrito tanto, y sin embargo Hilario Rodríguez sale más que airoso del empeño: es un libro cuya lectura fascina, y da lo mismo si uno ama u odia la obra de Resnais porque estas páginas deparan abundante goce y van componiendo pasadizos e hilos conductores en los que encontramos citas y anécdotas de Sebald, Borges, Mark Harris, Vila-Matas, Marguerite Duras, Alain Robbe-Grillet, Bioy Casares… y, por supuesto, el director y el reparto de la cinta.

Lo más interesante, quizá, sea que su intención no es desentrañar los enigmas, sino proponernos otros nuevos. Hilario Rodríguez sabe que estamos ante una película tan resbaladiza como un pez vivo y por eso no relata los pormenores de su argumento (aunque tampoco es un filme con demasiada trama), sino que nos señala caminos poco transitados, detalles que se nos habían pasado por alto, felices bifurcaciones y atajos sorprendentes. Porque para él, como para muchos de nosotros, los cinéfilos, una buena película es inagotable y siempre será algo dinámico y viviente, un mecanismo que resucita en cada proyección, un proyecto en marcha para cada espectador, una maquinaria que no se detiene y que siempre concederá nuevas visiones y distintas alternativas (pensemos, por ejemplo, en la Zona de Geoff Dyer).
En la página 17 nos dice: Escribir sobre esta película no guarda relación con escribir crítica cinematográfica, escribir sobre ella consiste en aprender de nuevo a escribir, aprender a escribir al posible dictado de sus hipnóticas imágenes o al posible dictado de su hipnótica voice-over.


Hilario sabe que un escritor es un explorador y así se aventura en la cinta de Resnais y en el texto de Robbe-Grillet: un auténtico cinéfilo siempre buscará otras perspectivas porque no siempre nos sirven las que ha generado la crítica oficial. Que nadie piense que de una obra maestra ya está todo dicho porque no es cierto. Lo demuestra con estos “Recuerdos del futuro” que nos indican que, en efecto, hay cineastas que se adelantaron a su tiempo.



[Providence Ediciones]  




En Aleteia: Jurado Nº 2

 

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Mission: Impossible - The Final Reckoning: primer trailer

 

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A Complete Unknown: 5 carteles

 







sábado, noviembre 09, 2024

Colgado en la tournefortia, de Charles Bukowski

 

mensaje

llevo horas sentado
en esta habitación,
tecleando y bebiendo
vino tinto.

creí que estaba
solo.
la puerta y la ventana
están cerradas.

una mosca enorme,
negra y horrible,
se ha posado
en el borde de la copa,

¿de dónde
ha salido?
tan en silencio, tan
inmóvil.

tal vez
la muerte
llegue igual.

**

evolucionamos

al principio parece que follar es la hostia,
luego es la conciencia social,
después los logros intelectuales,
y tras eso
algunos se entregan a la religión
y otros a las artes.
después llega la acumulación de dinero
y tras la acumulación de dinero
la fase en la que fingimos que
el dinero no importa.
luego es el turno de la salud y los pasatiempos,
los viajes y, por último, pasarse el día
pensando vagamente en cosas vagas,
echar raíces en los jardines,
odiar las moscas, el ruido, el mal tiempo, los caracoles,
la mala educación, los borrachos, fumar, follar,
cantar, bailar, los trepas,
el cartero y los hierbajos.

esperar a la muerte
pone de los nervios.



[Visor Libros. Traducción de Abel Debritto]

The Return: nuevo cartel

 


Cartel de Day of the Fight

 


En Aleteia: Shōgun

 

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