En una manada de gorilas no existe la violencia. Todo el mundo se lleva bien. Existe una jerarquía social, es cierto, pero cada uno ocupa el lugar y lo acepta. Los gorilas son felices. No necesitan zapatillas de tenis New Balance, ni reproductores de vídeo, ni un Jaguar V-12 descapotable. No necesitan DKNY. No necesitan crack. No necesitan escribir historias inteligentes sobre un tipo que conduce atemorizado por Cape Cod. Dale a un gorila un plátano y la posibilidad de echarse un polvo y tendrás un gorila contento; nunca verás un gorila deseoso de violar a nadie ni de cometer el gran asesinato, ni de pintar la Capilla Sixtina, ni de presentar su candidatura para presidente, ni de ganar el premio Nobel, nada de eso. Los gorilas no hacen la guerra los unos contra los otros ni se torturan. Jamás ocurre nada de eso.
Thom Jones, El púgil en reposo
Thom Jones, El púgil en reposo