jueves, mayo 01, 2008

Paradoxia. Diario de una depredadora, de Lydia Lunch (Ed. 2008)


He sido tratada de desequilibrada, de sociópata, de haber perdido la puta chaveta, de lunática, desquiciada, demente, insensible, perra, cabrona, zorra, puta, paranoica maníaco esquizofrénica… de ser un androide manipulador, malévolo, frío y calculador. Siempre por personas que me querían o decían que me querían o creían quererme. Aunque lo más probable es que, en realidad, nunca llegaran a conocerme. No conocieron mi auténtico yo. Conocieron sólo lo que yo les dejé conocer.
Portada y fragmento del libro del que hablo abajo, o en vínculo directo: aquí.