Es admirable la capacidad del editor de Muñeca Infinita para encontrar libros notables, inéditos u olvidados en España, pequeños tesoros que no deberían pasar desapercibidos. Es el caso de esta breve novela de los años 30, de un autor rumano que ni me sonaba (Nicolae Dimitru Cocea): una especie de cuento encantador sobre un joven que conoce a Manole, un anciano vividor, entusiasta y dueño de varios viñedos. Éste le da unas cuantas lecciones sobre la vida. Es un personaje muy grande: entre gruñón y simpático, como Anthony Quinn en algunas películas. Me parece un libro muy vitalista, muy fresco, igual que esas historias del cine ambientadas, yo qué sé, en La Toscana, donde un personaje inicia un camino de aprendizaje y descubre que el único misterio de la existencia es que hay que aprovecharla y disfrutar. El volumen incorpora un cuento (de temática parecida) de la escritora Corina Sabău.
[Muñeca Infinita. Traducción de Borja Mozo Martín]