martes, mayo 28, 2019

Coche, de Harry Crews


Había leído todos los libros de Harry Crews traducidos en España, pero me faltaba éste (y atención porque los editores de Dirty Works publican estos días Festín de serpientes, otra de las más célebres y aplaudidas novelas del autor). Me he ventilado Coche en un par de sentadas. Es una novela con la que he llegado a reír a carcajadas. La historia de un tipo, hijo de un vendedor de coches usados, que decide emprender el siguiente espectáculo (sin ser consciente de que es una performance): comerse un coche en dosis minúsculas, suministradas una vez al día (lo imposible de digerir se lo introducen en cápsulas), empresa para la que necesitará años y un estómago a prueba de balas... Por supuesto, ante público que paga su entrada y mueve el dinero; en un escenario que va a poner en marcha varios motores: la prensa, la televisión, el merchandising… atrayendo, de paso, a chalados, curiosos y gente en busca de emociones raras o nunca vistas. 

Lo que más me fascina es que la novela funciona como metáfora de cierto arte y de los disfraces del capitalismo para extraer dinero de donde sea. Por eso a Harry Crews le interesa más la evacuación de las piezas (vendidas a los mejores postores tras salir por el aparato excretor) que la ingesta de las mismas: porque resulta más increíble que alguien pague más por pedazo de metal recogido del wc que por presenciar cómo un fulano se traga un trozo de parachoques. Hay que tener en cuenta que es una novela escrita en una época en la que había más pasión que ahora por los vehículos. Algunos pasajes me hicieron recordar a películas del estilo de Crash y Frenos rotos, coches locos, tanto por el amor de las personas hacia las máquinas de la primera como por los toques cómicos de la segunda... pero Harry Crews se anticipó a ellos escribiendo su novela antes de rodarse dichas películas. Cualquier libro de Crews te hará reír a ratos y te ofrecerá grandes dosis de dolor y de personajes retorcidos, pero Coche es uno de los mejores.


[Dirty Works. Traducción de Javier Lucini]