jueves, octubre 18, 2012

Neuromante, de William Gibson



Imprescindible para entender la evolución del género y los orígenes de muchas obras. Para mí supone la conexión entre los mundos de Blade Runner & Philip K. Dick, el ciberespacio, el ciberpunk y Matrix. De hecho, Matrix (y otras películas y bastantes libros) es casi un calco de Neuromante, una influencia absoluta y determinante. William Gibson construye su universo futurista de neones y realidades paralelas con una prosa magnífica y con un toque casi poético, de la que os dejo un fragmento:

Ahora dormía en los ataúdes más baratos, los más cercanos al puerto, bajo los faros de cuarzo halógeno que iluminaban los muelles toda la noche como vastos escenarios; donde el fulgor del cielo de televisor impedía ver el cielo de Tokio y aun el desmesurado logotipo holográfico de la Fuji Electric Company, y la bahía de Tokio era un espacio negro donde las gaviotas daban vueltas en círculo sobre cardúmenes de poliestireno blanco a la deriva. Detrás del puerto se extendía la ciudad, cúpulas de fábricas dominadas por los vastos cubos de arcologías empresariales. Puerto y ciudad estaban divididos por una estrecha frontera de calles más viejas, un área sin nombre oficial. Night City, y Ninsei, el corazón del barrio. De día, los bares de Ninsei estaban cerrados y no se distinguían unos de otros: el neón apagado, los hologramas inertes, esperando bajo el envenenado cielo de plata.


[Traducción de José Arconada Rodríguez y Javier Ferreira Ramos]