miércoles, abril 11, 2012

Take Shelter



Vi ayer esta película, que ha obtenido un montón de premios y nominaciones, y me fascinó. El director nos cuenta la historia de un padre de familia que empieza a tener pesadillas aterradoras por la noche y alucinaciones espantosas por el día. Siempre comienzan con una tormenta que desemboca en tornados y en destrucción. El entorno en el que viven, además, es uno de esos rincones de Estados Unidos donde sus habitantes suelen sufrir esa clase de fenómenos. El protagonista (un impresionante Michael Shannon, sin duda uno de los grandes actores de esta década) nunca sabe si está loco o si son premoniciones, ya que su propia madre es una enferma mental y uno de sus miedos es heredar genéticamente la enfermedad.

Durante todo el metraje el director juega constantemente con la ambigüedad, estableciendo conexiones y diferencias entre la esquizofrenia y la premonición. En el subtexto del filme late el miedo a estos tiempos, a las crisis; en realidad, es una de las películas que mejor tratan el tema de la economía (principalmente la doméstica). Continuamente los personajes aluden a la economía: hablan de los sueldos, de los seguros, de los costes de los medicamentos, de los presupuestos para emprender una obra, de los préstamos bancarios y los intereses, de las deudas y los gastos de las vacaciones… Al salir de ver la película busqué información sobre la misma y el director, Jeff Nichols, contaba en una entrevista que la crisis económica mundial fue una de sus preocupaciones a la hora de escribir el guión. Se trata del miedo a perderlo todo. Y ese miedo es el que atemoriza al protagonista: por eso quiere construir un refugio para salvar a su familia, por si llegan las tormentas (de ahí el título original, Take Shelter, que significa “Resguardarse”). Es importante, también, el empleo de la música en la película: la banda sonora de David Wingo nos va introduciendo en un clima que siempre es desapacible, en el que percibimos la misma atmósfera de peligro que angustia a Curtis (Michael Shannon). Un consejo: que nadie se la pierda.