jueves, enero 12, 2012

La nota rota, de Francisco Javier Irazoki


LEONARD COHEN
[…]
En la última década del siglo XX, Cohen se adhiere a una comunidad zen afincada en Mont Baldy, en las cercanías de Los Ángeles, y dirigida por el monje octogenario Sasaki. Se levanta a las dos de la mañana; medita; friega una pila de tazones, cucharas y palillos; prepara el desayuno de los compañeros.

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JACO PASTORIUS
[…]
Jaco Pastorius muere sin haber cumplido los treinta y seis años. Quiere colarse de rondón en un bar de Miami y es retenido por los vigilantes del local. Le propinan una paliza y lo dejan inconsciente sobre el pavimento. Se apaga muy despacio en el hospital. La muerte es lenta, pesada en el movimiento, ante su vida tan ligera.

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MI GUITARRISTA
Desconozco su nombre; tampoco sé en qué lugar ni fecha nació. Le calculo unos treinta años debajo de su belleza rajada.
Junto al revoltijo de bolsas de plástico, pequeñas valijas melladas, periódicos y restos de comida, la guitarra viaja en el carro de la compra. En los costados del vehículo, un conjunto de láminas y lienzos pintados sin gracia artística. La mujer acarrea todo su mundo sobre cuatro ruedas que chirrían.
Vive en el mismo barrio que yo. ¿Quién puede imaginar en qué escondrijos pasa las noches?
[…]


[Nota: Este libro de Francisco Javier Irazoki compendia una serie de biografías sobre músicos, de los que el autor nos ofrece jugosos textos a medio camino entre la semblanza y la artesanía literaria]