jueves, enero 05, 2012

David Lynch, de Michel Chion


Estudio de culto sobre un director de culto, este libro de Michel Chion constituye una guía exhaustiva y exacta de la carrera de David Lynch desde sus orígenes hasta el estreno de Fuego, camina conmigo. Chion nos da las claves necesarias para entender su cine. Tras ese estudio hay una especie de apéndice (escrito a posterior de la primera edición francesa) en el que el autor incorpora los siguientes títulos de Lynch, salvo Inland Empire. E incluye también una especie de diccionario de términos y temas de uso común en la filmografía lynchiana, el Lynch-Kit. No faltan las fotografías en blanco y negro y una bibliografía en la que queda claro que Chion ha rastreado revistas, libros y periódicos. Dos fragmentos:

Por lo tanto, quizá el primer extraterrestre de Twin Peaks sea el mismo Dale Cooper (por otra parte es curioso que el actor hubiera interpretado, poco tiempo antes, en Hidden: lo oculto [The Hidden, 1988], de Jack Sholder, el papel de un extraterrestre exiliado revestido con un cuerpo humano). El aspecto irreal de Cooper es subrayado mediante un maquillaje exagerado y un comportamiento enigmático. Desembarca en Twin Peaks como si lo hiciera sobre la Tierra, descubriendo los olores y los sabores; prueba el azúcar como si sus papilas funcionaran por primera vez y bebe un café caliente con la admiración de un ángel caído del cielo y reencarnado (¡como Bruno Ganz en Cielo sobre Berlín [Der Himmel über Berlin, 1987]!). Dale Cooper es Lynch, un “James Stewart llegado de Marte”, pero también es Tintín, una figura plana en un mundo de arquetipos.

**

Con Lynch y algunos otros, el cine avanza y se renueva, no solamente por los bordes y los extremos, sino a la vez por los bordes y por el interior, sorprendiendo y desmintiendo la profecía de los actuales cinecrófilos (si se puede bromear bautizando así a aquellos para quienes el cine, respecto al que creen estar bien situados para acechar sus últimos espasmos, “no será más el que era” y por tanto verá su fin).
Que el cine no será más el que era es, sin embargo, una prueba: la prueba de que está vivo.


[Traducción de José Miguel González Marcén]