Matthew Vaughn, quien ya dio muestras de su solvencia para las adaptaciones del cómic (Kick-Ass) devuelve el espíritu a la saga; ese espíritu que machacó Brett Ratner en la tercera entrega. Aquí volvemos al encanto de las dos primeras, dirigidas por Bryan Singer. Lo interesante de esta precuela es que me he enterado de los orígenes de Magneto y el Profesor Xavier, pues me confieso profano en la materia. Nunca fui lector de los X-Men. Pero lo mejor es la interpretación de Michael Fassbender, uno de mis actores favoritos de los últimos tiempos; interpreta a Erik/Magneto y me parece uno de los actores con más fuerza e intensidad de la década. Ahí están, para demostrarlo, 300, Hunger, Centurión o Malditos bastardos. A ello hay que sumar algunas sorpresas: dos o tres cameos que no voy a desvelar, y la aparición de Zoë Kravitz, la guapísima hija de Lenny Kravitz & Lisa Bonet. Vale: Mathhew Vaughn no es Christopher Nolan, pero me lo he pasado muy bien.
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