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domingo, septiembre 26, 2010
Muñeca rusa, de Ángel González González
SILENCIO ADMINISTRATIVO
El tiempo te dio la razón.
Desde que nos encerramos
en esta habitación alucinógena
hemos crecido en la dependencia.
Echamos los papeles
atiborrados de preguntas
y aún no han contestado
transcurridos los plazos pertinentes:
Silencio administrativo.
No caben más preguntas…
Ahora, al no oír ruido
pensé que el asedio había acabado
y te sonríes coqueta en la mañana.
Por una parte el cuerpo descansa,
pero por otra, no dejo de pensar
que al fin y al cabo
no somos más que niños,
infantes que andan
tambaleándose de un lado para otro
buscando algo de apoyo
e imaginando el gran estacazo
que nos vamos a meter
cuando las cosas cambien.