lunes, junio 28, 2010

La Corporación, de Max Barry



Max Barry (autor de Jennifer Gobierno) es un escritor muy elogiado por Douglas Coupland y Chuck Palahniuk, quienes para mí son dos referencias. Aunque este libro parezca, a simple vista, una especie de manual de empresa o de autoayuda… es todo lo contrario. Se trata de una sátira sobre el funcionamiento de las empresas actuales y su manera de proceder dentro de sistemas fríos, crueles, sin respeto por las personas. Un sistema tan competitivo que asusta. Lo dice un personaje: La empresa no fomenta el trabajo en equipo. Si quieres ascender, tienes que joder a todo el mundo y pensar en ti misma. Los compañeros de trabajo son tus competidores. Me ha recordado un poco a otra estupenda novela que recomendé aquí hace tiempo: Entonces llegamos al final, de Joshua Ferris. El libro se centra en el departamento de ventas donde trabajan los comerciales y sus auxiliares y arranca cuando alguien roba el donut de desayuno a uno de los compañeros, lo que da pie a represalias y pesquisas. Así estamos:

Jones hojea la sección dedicada a la reducción de gastos. Un despido, dice el libro, es uno de los acontecimientos más estresantes y desagradables que se pueden experimentar; Jones asume que habla de la persona que ha sido despedida, pero luego se da cuenta de que se refiere al directivo. Según el libro, un despido es algo que causa mucha inestabilidad, ya que los trabajadores dejan de pensar en su labor y se preocupan porque no saben hasta cuándo conservarán el empleo. Luego procede a describir una serie de estrategias que pueden utilizar los directivos para poner freno a ese temor y convertirlo en un factor de motivación.
Lo que Jones no encuentra en el libro –algo que no nota al principio, pero que luego le hace buscar en las páginas anteriores y posteriores– es alguna mención de los empleados que han sido despedidos. Cómo se sienten, por ejemplo, o que será de ellos después. Resulta incluso un poco escalofriante. Es como si alguien que fuese despedido dejara de existir.


[Traducción de Juan Castilla Plaza]