domingo, mayo 09, 2010

Los oficiales y el destino de Cordelia, de Ray Loriga



Hay quien es, por fin, al saberse sustituido. Quien se reconoce en la burla, quien se entrega a la nación o a Dios al saberse uno más, quien se emplea en el combate porque ha descubierto no su nombre sino la suma de su número. Hay quien lleva el uniforme sin ocuparlo del todo, sin distinguir su sangre de la sangre de los otros. Hay quien se fascina ante su reflejo, precisamente por la normalidad de su reflejo. Hay quien acepta ser oficial entre oficiales, vivo entre los vivos, muerto entre los muertos.
Hay quien sabe que su lugar no es propio y su casa ninguna, hay quien aprende lo que ya se sabe, quien sufre lo que se ha sufrido, quien repite lo que ya se ha dicho, sin dolor.