un pingo
o una rodilla.
ése era el útil
que mi madre
usaba a la edad
de 9 años
para que reluciera
el suelo de la casa
en la que empezó
a asistir
asistir:
así se denominaba por la gente sin recursos
a
quitar la mierda de la gente pudiente.
ahora, viejita ya
le ha dado por llamar
a las cosas por su nombre
y me lo cuenta.
así está ella,
que vuelve a ser joven,
como un trapo.
Gsús Bonilla, del blog Hank Over
Hace 14 horas