sábado, marzo 29, 2008

La noche es nuestra


Espléndida película de James Gray, su tercer largomentraje en 13 años. Como en The Yards (La otra cara del crimen), Gray vuelve a analizar la familia y el tormento moral que supone la diferencia entre hacer lo correcto y hacer lo que uno quiere. Repiten los dos actores principales de su anterior filme. Pero aquí el protagonista no es Mark Wahlberg, que es un buen actor, sino Joaquin Phoenix, que es un extraordinario actor, lo que constituye una gran diferencia y eleva el nivel de La noche es nuestra. Phoenix vuelve a demostrar su versatilidad, sus múltiples registros y su talento para envolver a su personaje en la fragilidad de quien está entre la espada y la pared, entre sus negocios y su libertad (con conexiones con la droga y la mafia rusa) y el deber y el amor a su familia (que representa la ley: su padre y su hermano son policías).
Gray nos remite a los filmes policíacos de los setenta, como ha observado Carlos Boyero con acierto: los que dirigían tipos con oficio e inteligencia, gente del estilo de Sidney Lumet, Don Siegel o William Friedkin. Por si fuera poco, la música es de Wojciech Kilar (Drácula, La novena puerta), sale la despampanante Eva Mendes y tenemos a Robert Duvall, que siempre aporta su carisma.