jueves, agosto 24, 2006

Libro: El joven audaz..., de William Saroyan


Este libro de relatos, El joven audaz sobre el trapecio volante, fue el que proporcionó fama a William Saroyan. Para mí es un conjunto irregular: por un lado, tenemos relatos en los que al narrador se le va un poco la pinza, su narración se vuelve un poco dispersa y se conforma con darnos imágenes; por otro lado, hay unos cuantos relatos en los que Saroyan demuestra lo grande que es, en los que brilla su talento, sobre todo en aquellos en los que habla de su hambre, de su día a día en la escritura, de su naturaleza, de su infancia, de los vagabundos. Los titulados Sesenta mil asirios, El hombre de las postales francesas, Hombre, Risa, Harry, Un día de frío o Yo sobre la tierra, por citar algunos de los mejores, me parecen imprescindibles. Daré un ejemplo; este es un fragmento del último relato citado (fíjense en la limpieza del lenguaje):
Soy un hombre joven en una ciudad vieja. Es de mañana y estoy en una pequeña habitación. Tengo delante un paquete de carta amarillento, el único papel que puedo permitirme, el único con el que por diez centavos se pueden comprar ciento setenta hojas. Este papel está vacío de palabras, limpio y perfecto, y yo soy un joven escritor a punto de ponerme a trabajar. Hoy es lunes..., 25 de septiembre de 1933..., qué maravilla estar vivo, seguir vivo.