martes, mayo 10, 2022

Cartas de la época de Ibiza, de Walter Benjamin

 

 

¿Cómo debería actuar cuando las posibilidades de sobrevivir para un escritor de su actitud y formación están a punto de desvanecerse radicalmente en Alemania? Sólo la vida con una mujer o con un trabajo bien definido le podría proporcionar un estímulo suficiente para abordar estos apuros tan frecuentes. Lo que pasa es que le faltan ambas cosas. Por lo que respecta a lo segundo, piense lo que piense sobre el valor de su obra, la flexibilidad con la que él se ha adaptado, como periodista, a la coyuntura, es lo que le impide garantizar a su existencia cierta duración o posibilidades de crecimiento.

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Por lo que a mí respecta, no son todas estas circunstancias, más o menos previsibles desde hace tiempo, las que me han conducido, ciertamente sólo hace una semana, a la toma de decisión repentina de abandonar Alemania. Para ello, ha sido decisiva más bien la simultaneidad casi matemática con la que, desde todos los sitios donde tenía relaciones, me han devuelto manuscritos, se han roto tratos que estaban aún en marcha o ya cerrados o se han dejado peticiones mías sin contestar. El terror frente a toda conducta o forma de expresión que no se ajuste totalmente a la oficial ha llegado a límites casi insuperables. Bajo estas circunstancias, la máxima prudencia en cuestiones políticas, que siempre he practicado por buenas razones, puede proteger, cierto es, a los afectados por la persecución sistemática, pero no de la muerte por inanición. Y sólo recurriendo a unas operaciones algo complejas he conseguido cuando menos reunir cientos de marcos con los que podré vivir algunos meses en Ibiza, hacia donde pienso ir enseguida. Las cosas que me lleguen, no obstante, en el futuro pueden venirse abajo con la misma seguridad con la que ahora me van bien.




[Pre-Textos. Traducción de Germán Cano y Manuel Arranz]