Extraño libro. En realidad son dos novelas en una (su
título original es Jeff in Venice, Death
in Varanasi), unidas por un único nexo común: el protagonista.
En la primera mitad, “Amor en Venecia”, un narrador en
tercera persona nos cuenta el viaje de Jeff Atman a Venecia. Es corresponsal de
prensa y va a cubrir la Bienal de Arte. Encuentra lo que esperaba (fiestas,
lujo, mares de alcohol, resacas, celebridades, viejos colegas de profesión),
pero también se encuentra con una sorpresa (Laura, una mujer de la que se
enamora). Aunque a priori pensé que sería la parte que menos me iba a
interesar, al final es la que más me ha gustado. No sé si porque conozco
Venecia o porque la narración desde fuera beneficia al personaje.
En la segunda, “Muerte en Benarés”, cambia el punto de
vista. Jeff Atman es el narrador. Apenas menciona Venecia. Ahora nos cuenta su
viaje a la India, en concreto a Benarés, un lugar que es todo lo opuesto a
Venecia y sus fiestas de los artistas de la alta sociedad: donde había lujo,
ahora hay miseria; donde hubo frivolidad, ahora hay espiritualidad; si antes
vio vestidos y barcas y copas de champán y mujeres bellas, ahora ve mierda,
vacas, un tráfico de pesadilla e incluso muertos a los que devoran los perros
ante su mirada atónita. Si en Venecia encontró el amor, en Benarés empieza a
transformarse, a desprenderse de lo accesorio, a convertirse en alguien
espiritual.
Un libro extraño, irregular, con esa acidez propia de los
escritores británicos.
[Nota: Geoff Dyer también es autor de los ensayos reunidos
en Yoga para los que pasan del yoga, que compré en cuanto lo publicó
Mondadori; y de Zona: A Book About a Film About a Journey to a Room, un
libro inspirado en Stalker, la película de Tarkovski, y espero que
también lo traduzcan]
[Traducción de Ignacio Gómez Calvo]