Me apasiona el cine de terror (y la literatura de ese género). Así que este libro es, para mí, como colarme en una fiesta. Una fiesta en la que están Wes Craven, Tobe Hooper, John Carpenter, Roman Polanski, William Friedkin y Brian De Palma, entre otros, y en la que el autor analiza la gestación y el impacto de películas que rompieron moldes en el terror, como La última casa a la izquierda, La matanza de Texas, La noche de Halloween, La semilla del diablo, El exorcista y Carrie. Es un intento por seguir los pasos de Peter Biskind y sus libros sobre el cine, aunque, a mi juicio, Zinoman no alcanza la perfección de aquel. De cómo aquellas películas se salieron de los cauces establecidos y cambiaron las reglas en Hollywood.
Me he divertido con algunas anécdotas. Por ejemplo: la idea de Alien surgió de los fuertes dolores estomacales de Dan O’Bannon, quien había contraído la Enfermedad de Chron. O cómo llegó a rodarse La matanza de Texas: fue posible gracias a una improbable colaboración entre unos pocos actores de pueblo con poco trabajo, el gobernador de Texas y miembros de una importante familia de la mafia de Nueva York. Algunas anotaciones:
La mayor dificultad de todas las películas de monstruos es conseguir que el aspecto del monstruo esté a la altura de las expectativas.
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El mensaje central del Nuevo Terror es que no hay mensaje. El mundo no tiene sentido. El mal existe y no podemos hacer nada para evitarlo.
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Cuando el pavor te lleva a aferrarte a los brazos de tu butaca, la lógica no es la primera de tus preocupaciones. Pero como las películas de terror explotan los temores ocultos, el espectador medio las interpreta del mismo modo en que los psiquiatras interpretan los sueños. En nuestras pesadillas, lo inexplicable va de la mano de lo explicable. Y entonces quizá esté de más cuestionar la lógica.
[Traducción de Rocío Valero]