viernes, noviembre 18, 2011

Cult movies. Películas para llevarse al Infierno, de Vicente Muñoz Álvarez



Muchos colegas del gremio (entre ellos José Ángel Barrueco, autor del epílogo a esta edición y cinéfilo empedernido) me han sugerido desde entonces compilar esas reseñas en un libro, animándome a ello, y aquí está, tres años después, el resultado: una guía de películas imprescindibles para llevarse al Infierno, abordadas desde la fascinación y el arrebato (que diría el maestro Iván Zulueta).
No son, en cualquier caso, las que yo considero las cien mejores películas de la historia (que requerirían otra lista aparte), sino las que, por una u otra razón, desde mi punto de vista, se merecen realmente el calificativo de “películas de culto”.
Tanto en la literatura como en el cine (y en todos los demás ámbitos creativos) me interesan las obras que cuestionan el mundo en que vivimos, que remueven las vísceras y las conciencias, que aceleran la sangre y el corazón, mostrando sin filtros éticos ni políticos la realidad (sin duda violenta y cruel) que el hombre ha creado.
[De la introducción de Vicente Muñoz Álvarez]

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LOS AMANTES DE MONTPARNASSE
Jacques Becker (1958)

Descorazonadora, reivindicativa y real como la vida perra, Los amantes de Montparnasse (también conocida como Montparnasse 19), de Jacques Becker, es un biopic de los últimos días del maestro Modigliani en París, desde que conoce a la musa de su vida y sus cuadros, Jeanne Hébuterne, hasta su prematura muerte (treinta y seis años) y vergonzoso expolio artístico.
Que nadie es profeta en su tierra ya lo sabíamos, pero la frialdad con que Becker retrata el negocio (podrido) de la pintura y del arte pone los pelos de punta, en especial a los que nos dedicamos devotamente al mundo de la creación.
Un convincente Gérard Philipe en el papel de Modi y una beatífica Anouk Aimée en el de Jeanne (junto a un detestable Lino Ventura –memorable la secuencia en la que planea como un buitre sobre el pintor moribundo– y una magnética Lilli Palmer como secundarios de lujo), además de una fotografía antológica y una dirección sobria y rotunda, hacen de esta cult movie olvidada un verdadero tesoro para cinéfilos coleccionistas.

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EL ASESINO DE MUÑECAS
Miguel Madrid (1975)

Psicotrónica, ultrabizarra y de culto donde las haya, El asesino de muñecas, de Miguel Madrid, es una de las películas más negras y extrañas del cine español de todos los tiempos, un híbrido inclasificable y marciano, fascinante y casposo, transgresor y absolutamente recomendable (y desde cierto punto de vista moderno).
A caballo entre el thriller psicopático y el cine de autor, entre el slasher y el arte y ensayo, El asesino de muñecas narra la historia de un muchacho inadaptado, travestido inocentemente por su madre de niño, con una morbosa obsesión por las muñecas y los maniquíes (curiosa fijación, por cierto, en los filmes de terror de la época).
Una envolvente y psicodélica banda sonora, un repertorio delirante de muñecas siniestras, un actor principal, David Rocha, que (nunca mejor dicho) se sale, perversiones de todo género y tipo, la siempre sensual Helga Liné (musa indiscutible del gótico setentero) y un montón de secuencias y planos enloquecidos convierten esta película casi olvidada en obra cumbre del fantaterror hispano.
Aunque la crítica (oficial) la destrozó en su día, no cabe duda de que, en su línea, estamos ante un largometraje inolvidable de culto, arrebatador y atípico por los cuatro costados.
Para ver buen Cine (en mayúsculas), nos quedamos con Trier, Peckinpah, Kubrick, Scorsese, Bergman, Fuller, Huston, Truffaut, Fellini, Buñuel, Coppola, etcétera, pero para los días dislocados y extraños alabadas sean estas joyitas.

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CRUMB
Terry Zwigoff (1994)

Inolvidable (por lo bizarro y marciano) documental sobre la vida y milagros de Robert Crumb, uno de los dibujantes de cómic más influyentes de la escena underground norteamericana de las últimas décadas, creador de personajes inmortales de viñeta como el gato Fritz o Mr. Natural, con los que muchos crecimos.
Dirigida por Terry Zwigoff y producida por David Lynch, Crumb es una de las películas más curiosas y extrañas que he videado en los últimos tiempos, en especial por el retrato desquiciado que el director nos ofrece de la familia Crumb, Robert, sus dos hermanos y su madre, que parecen salidos de un viaje tragicómico de LSD, desquiciados, geniales e inadaptados, paradigma perfecto del fin del sueño americano.
Los fans del dibujante disfrutarán de lo lindo con esta cult movie alucinada, que desvela muchas de las obsesiones y claves de su vida y su obra, remontándose a su infancia y adolescencia y revolviendo sin pudor en sus complejos y traumas.
Un tesoro para los amantes de la contracultura y el cómic subterráneo del pasado siglo, y por supuesto para los incondicionales de Robert Crumb.


[Esta edición contiene, además de los textos y la introducción de Vicente Muñoz Álvarez, los pictogramas de Julia D. Velázquez (abajo, de muestra, uno de ellos), las ilustraciones de Miguel Ángel Moreno, la película en dvd Gritos en el pasillo, de Juanjo Ramírez, y el epílogo de un servidor]