miércoles, enero 30, 2008

El perfume del cardamomo. Cuentos chinos, de Andrés Ibáñez


Andrés Ibáñez ha sabido utilizar elementos propios de la poesía y la literatura china para contarnos estos cuentos. Elementos como el paisaje, el clima, las leyendas, la filosofía de los ancianos, los fantasmas, los piratas, los dragones, los pescadores... Billy Collins decía que los poetas chinos eran capaces de revelarte todo entre el título y el primer verso: dónde transcurre el poema, si llueve o hace frío, qué hace el protagonista. Los comienzos de estos relatos son así, arrancan de ese modo: "Un día de sol en medio del invierno..." o "Una hermosa tarde de principios de primavera..." o "Chi Hsin Mien era un hombre tan insaciable en sus apetitos voluptuosos que tenía a sus tres mujeres desesperadas" o "Lejana, solitaria, azulada y siempre fresca se eleva al final del pensamiento la Montaña del Alma".
Estos cuentos chinos están concebidos con humor y sabiduría oriental. Hay historias sobre una mujer que se enamora de un zorro que se transforma en hombre cuando quiere, sobre un hombre tan sexual que, una vez muerto, vuelve como fantasma a fornicar con sus mujeres y es expulsado del cielo y del infierno, sobre piratas que descubren que la lectura es otra manera de viajar, sobre alquimistas que se tropiezan con brujas.
La introducción es de Félix Romeo, y el libro se presenta esta tarde en La Central del Reina Sofía de Madrid.