lunes, enero 28, 2008

Amarillo, de Félix Romeo


Cada vez estoy más convencido de que el acto de escribir, el verdadero y único acto de escribir, consiste en echar toda la puta mierda que llevas dentro. De hecho, no quiero ya oír hablar de creación ni pijadas de ésas. Ni creación, ni hostias. Y lo mismo en cualquier otra actividad. O te sale de las tripas o no vale una mierda. Así de claro. No sirve para nada intentar encontrar algo; o lo tienes o no lo tienes. Sin más.

Lo anterior lo escribió Chusé Izuel en una carta dirigida a su amigo Félix Romeo, con quien compartía piso (el tercer inquilino era Bizén, a quien está dedicado el libro). Chusé Izuel se suicidó un año y pico después de esa carta. El 27 de febrero de 1992 se arrojó por una ventana de aquel piso, como también hizo el poeta Justo Alejo, como hicieron otros tantos, heridos por la vida. Le gustaba mucho La conjura de los necios, de John Kennedy Toole, otro suicida. Escribía en los periódicos. Admiraba a Carver, Shepard, Bukowski, Salinger... Era un hombre torturado por la ruptura con su novia. Un hombre molido por dentro.

En 1994, Félix Romeo logró publicar los cuentos hasta entonces inéditos de Izuel en el volumen Todo sigue tranquilo. En Amarillo, el autor se dirige a su amigo. Mediante recuerdos, cartas, artículos, fragmentos de relatos y anotaciones, indaga en Izuel y en su última decisión. No es una biografía al uso. Si acaso una semblanza o un sutil retrato de tres hombres: Izuel, Bizén, Romeo. Buscando a Chusé, Romeo indaga en sí mismo. Y viceversa. Es una obra que abre preguntas y que el autor dice que no responde, pero los lectores sabemos que sí hay respuestas: las hay en esas cartas, en esos cuentos, en esas confesiones. El día 27. Un día de dolor absoluto para Chusé Izuel.

Todo empieza con una pregunta: ¿cómo no me di cuenta de que te ibas a suicidar? De esta pregunta sale otra pregunta: ¿por qué tu muerte me produjo un alivio tan grande? De esta pregunta sale otra pregunta: ¿soy responsable de tu muerte? Y de esta pregunta sale una última pregunta: ¿por qué desde hace años arrastro un terrible sentimiento de culpa por tu muerte?

Lo anterior lo escribió Félix Romeo. Vale la pena leer este breve y luminoso libro.