Ya lo anunciamos aquí hace tiempo: la próxima publicación de una antología de poesía de Raymond Carver, titulada Todos nosotros. En la Casa del Libro dicen que estará a la venta el 11 de septiembre. Ese mismo día iré a buscarla. Copio y pego la información que aparece en la web de la CDL, para ir haciendo boca:
"En lo que me concierne, no soy un escritor, soy alguien que escribe…" (Thomas Bernhard)
jueves, agosto 31, 2006
Edición bilingüe de la poesía de Carver
Ya lo anunciamos aquí hace tiempo: la próxima publicación de una antología de poesía de Raymond Carver, titulada Todos nosotros. En la Casa del Libro dicen que estará a la venta el 11 de septiembre. Ese mismo día iré a buscarla. Copio y pego la información que aparece en la web de la CDL, para ir haciendo boca:
Andar sin sobresaltos (La Opinión)
miércoles, agosto 30, 2006
Libro: Poemas de la última noche de la tierra, de Charles Bukowski
Charles Bukowski nunca falla. Ninguno de sus libros, si eres lector habitual de su obra, decepciona. En Poemas de la última noche de la tierra, en estupenda edición de Eduardo Moga, no encontramos su debilidad por el vino y las peleas y las mujeres (aunque tales temas sí aparecen), sino una honda preocupación por la muerte, la pureza de la escritura, el nihilismo, la infancia dominada por un padre violento y vulgar, etcétera. Son poemas muy narrativos, casi todos cuentan una historia autobiográfica o una manía del autor. Y, por encima de todo, estos poemas ásperos, salvajes y duros nos hablan de la vida y los infiernos que en ella hallamos.
Encuentro de antiguos alumnos (La Opinión)
Turismo rural y mercados de la tierra (La Opinión)
lunes, agosto 28, 2006
Hombre con moscas (La Opinión)
domingo, agosto 27, 2006
La naturaleza engancha (La Opinión)
sábado, agosto 26, 2006
Libro: La chica de al lado, de Jack Ketchum
Novela sobre la crueldad (La Opinión)
viernes, agosto 25, 2006
Sin redención (La Opinión)
jueves, agosto 24, 2006
Libro: El joven audaz..., de William Saroyan
Este libro de relatos, El joven audaz sobre el trapecio volante, fue el que proporcionó fama a William Saroyan. Para mí es un conjunto irregular: por un lado, tenemos relatos en los que al narrador se le va un poco la pinza, su narración se vuelve un poco dispersa y se conforma con darnos imágenes; por otro lado, hay unos cuantos relatos en los que Saroyan demuestra lo grande que es, en los que brilla su talento, sobre todo en aquellos en los que habla de su hambre, de su día a día en la escritura, de su naturaleza, de su infancia, de los vagabundos. Los titulados Sesenta mil asirios, El hombre de las postales francesas, Hombre, Risa, Harry, Un día de frío o Yo sobre la tierra, por citar algunos de los mejores, me parecen imprescindibles. Daré un ejemplo; este es un fragmento del último relato citado (fíjense en la limpieza del lenguaje):
Garito de desesperados (La Opinión)
miércoles, agosto 23, 2006
Poema de D. G. para Tripulantes
POEMA PARA TRIPULANTES
digámoslo ya
me forjé como narrador como poeta
en las accidentadas páginas de fanzines
y revistas literarias de toda clase la memoria
me devuelve ahora sin orden ni concierto
algunos de sus nombres el vendedor
de pararrayos la vieja factoria la hamaca
de lona los cuardernos del sornambique,
oh poetry aullido lunula kastelló caminar
conociendo hielo negro zarisma mono
gráfico factorum vinalia trippers como
parte integrante de una generación a caballo entre
la españa de franco
y la españa aparentemente democrática de después
como lector empedernido de catálogos
de publicidad hojas de sucesos revistas porno
gráficas revistas musicales novelas del oeste tebeos
comix henry miller la beat generation la AGIT
PROP el dirty realism (
pero desengañado por completo
de la mayor parte de la literatura que había leído
en mis años de estudiante)
y como escritor educado en la cara menos amable
de la realidad los fanzines por aquel entonces para mí (
que me había dejado las suelas de los zapatos
en el paraíso del teatro el gallinero
en los pedales de los coches de choque
y en el patio de una cárcel ) suponían una fusión
de todo eso y más al tiempo que un lugar de aprendizaje
una vía de conocimiento una toma de conciencia
de otras realidades sociales y culturales amén de un espacio
libre un banco de pruebas en el que podía
dar a conocer mis textos a los demás
eran más que eso en realidad eran por así decirlo
la isla del tesoro el tesoro en sí mismo
y lo que me parece todavía más importante eran
también el mapa que trazaba el camino hacia
otras lecturas
otros escritores
otros fanzines
vinalia trippers sin ir más lejos
de cuya tripulación pasé a formar parte
de la mano de vicente muñoz en el número cinco
con un texto que ilustró no se me olvida mik baró
recuerdo que vicente en aquél tiempo
como le dije una vez en broma a mi chica
era como dios
estaba en todas partes por eso
si tuviera que resumir aquellos años fanzinerosos
en una sola palabra me inclinaría por esta
ILUSIÓN
sí
ILUSIÓN
la ilusión que vicente & silvia ponían en cada vinalia
la ilusión con que se hacían las cosas
la ilusión con que algunos a pesar de las dificultades
seguimos haciéndolas pues aunque estoy de acuerdo
con vicente cuando afirma que la red mató al fanzine
de grapa y papel
él también estará de acuerdo conmigo en que nada ni nadie
podrá acabar nunca con el espíritu de aquellas publicaciones
con la magia de aquellos años en que a bordo no había
ni alguaciles
ni contramaestres
ni capitanes mayores sino
grumetes
marineros
una tripulación
David González
Días pasados por agua (La Opinión)
martes, agosto 22, 2006
De vuelta al ruido (La Opinión)
Libro: Seguro que esta historia te suena, de Karmelo C. Iribarren
lunes, agosto 21, 2006
Próximamente: Tripulantes
Hace tiempo, David González me pidió un cuento breve para una antología. El libro saldrá en noviembre. Ayer me llegó el prólogo. Su autor es Vicente Muñoz Álvarez, de quien curiosamente me había leído hace poco un libro de poesía, que recomendé en este blog. Copio y pego aquí dicho prólogo. Vicente también se encargó de la célebre antología Golpes. Ficciones de la crueldad social.
EL ORIGEN.
Fue a mediados de 1995 ( fin de siglo y de milenio ), cuando un pequeño grupo de creadores con semejantes inquietudes estéticas ( en principio: Alfonso G. Rabanal, Silvia D. Chica, Cusco y yo ) decidimos dar inicio a un proyecto llamado Vinalia Trippers.
Nuestra idea original fue la de editar un fanzine o revista de relatos donde se diera cabida a cierto tipo de textos, cuentos breves en su mayoría, que por sus características temáticas o formales ( políticamente incorrectas ) no solían encontrar hueco en otras revistas y suplementos literarios de la época, pese a la indiscutible calidad de sus propuestas.
Decidimos, desde el principio ( por el carácter multidisciplinar de nuestro equipo ), editar esos relatos acompañados de una ilustración que les diera forma y vida, e incluir ocasionalmente algún comic, quedando establecido así un esquema básico que en cada sucesiva entrega se fue enriqueciendo con nuevos colaboradores, hasta conformar la tripulación habitual de la nave.
Durante aproximadamente seis años, hasta el 2001, editamos nueve números del fanzine y otros tantos del suplemento Poemash, cinco libros de bolsillo, realizamos dos Encuentros de editores independientes, organizamos lecturas y presentaciones de libros y celebramos cada número de la revista con conciertos en directo ( memorables los de Buffalo, The Chandals, Onzonilla Blues Band, Las Besttias, La Secta... ) y multitudinarias fiestas de simpatizantes y amigos.
Fue, sin duda, un período de intercambio creativo que a todos nos enriqueció, poniéndonos en contacto para sucesivos proyectos.
INTERNET MATÓ A LA ESTRELLA DEL ZINE.
Sin embargo, como suele ocurrir, un factor externo e imprevisto vino a desviarnos de nuestra inicial propuesta, con la irrupción de internet en nuestras vidas.
Igual que el vídeo mató a la estrella de la radio, internet hirió de muerte a la estrella del zine, que en lo sucesivo entró en un período de regresión y decadencia, hasta casi dejar de brillar por completo.
El vendedor de pararrayos, La vieja factoría, Ojalatemueras, Kastelló, Atrocity Exhibition, Anna Bel Lee, El canto de la tripulación o la propia Vinalia Trippers ( por citar sólo algunas de las revistas más influyentes de la escena literaria independiente del momento ) dejaron definitivamente de editarse o, en el mejor de los casos, ralentizaron drásticamente su marcha.
Con el cambio de siglo el papel y la multicopista dieron paso a las páginas web y a los ciberfanzines, abriendo nuevas vías de diálogo y de expresión y desplazando casi por completo a sus antecesoras, las revistas impresas.
Comenzaba, indudablemente, una nueva era para la edición alternativa.
NUEVAS AVENTURAS.
Durante algún tiempo, afectados por la crisis, mantuvimos sólo el suplemento Poemash, inauguramos, cómo no, página web ( pagina.de/vinalia ) y organizamos algunas lecturas y presentaciones de libros, colaborando en proyectos hermanos ( como Borraska, Lunula o Monográfico ), pero sin resignarnos a enterrar definitivamente el fanzine.
El impulso y la idea seguían vivas, pero en fase de indefinida hibernación.
Fue la publicación de mi libro de relatos Los que vienen detrás ( DVD ediciones 2002 ), ilustrado por Miguel Angel Martín, y algo después la de Golpes. Ficciones de la crueldad social ( DVD ediciones 2004 ), lo que en gran medida me llevó a resucitar el proyecto Vinalia.
El primero, Los que vienen detrás, porque me permitió de nuevo trabajar con ese prodigio de la ilustración que es M.A. Martín, abanderado de Vinalia y del comic subterráneo español, dando luz a un libro que heredaba directamente la estética cruda e hiperrealista del zine, y que en cierto modo podría considerarse un monográfico del mismo.
El segundo, la antología de relatos Golpes. Ficciones de la crueldad social, que edité con Eloy Fernández Porta ( y la ayuda inestimable de David González ), porque pude reunir por primera vez en formato de libro a varios de los colaboradores más emblemáticos de la revista, junto a otros nuevos, recuperando el espíritu de grupo y colectividad, de tripulación, que había impulsado durante seis años la nave.
Y así es como llegamos al presente libro ( décimo número y décimo aniversario de Vinalia ) que no sé si abre o cierra una etapa, si es punto de partida o de encuentro, pero que sin lugar a dudas reúne a muchas de las mejores plumas alternativas de nuestro país ( tan moderno y progre para algunas cosas, tan conservador para otras ), descubriendo asimismo al lector algunas voces hasta el momento inéditas.
David González y yo invitamos a medio centenar de autores y a algunos de los ilustradores habituales de la revista a colaborar en el proyecto, una antología de relato breve para Vinalia Trippers, y nos sentimos ahora orgullosos de presentar este libro, heredero de un modo peculiar ( subversivo, disidente y crítico ) de entender la literatura y nuestras propias vidas.
En el país de los ciegos, no lo olvidemos, el tuerto es el amo.
SOBRE EL RELATO BREVE O MICRORRELATO.
No obstante, y antes de ceder la palabra a nuestros autores, quiero incidir en un par de cuestiones que pudieran dar lugar a ciertos equívocos.
Encontrará el lector en esta antología relatos ultrabreves, breves y menos breves, e incluso textos que pudieran no encajar en dicha categoría, sino más bien en la del poema en prosa o el ensayo crítico.
Todo depende de los límites que deseemos ponerle al género.
Si consideramos sólo microrrelato aquel que respeta cierta estructura ( planteamiento, nudo y desenlace ) y extensión ( menos de una página ), encontraremos en la presente edición algunos textos que no deberían incluirse en tal etiqueta.
Sin embargo, no nos hemos ceñido en la selección ( como nunca lo hicimos en el fanzine ) a ese modo de entender el relato breve, formalista y rígido, sino que hemos optado por un concepto más flexible, tanto desde el punto de vista de la extensión como de su contenido, incluyendo algunos textos que como ya antes mencioné pertenecen más bien a otros géneros, pero que nos parecieron perfectamente afines al espíritu de Vinalia y al de este libro en concreto.
Sólo espero ahora que disfrutéis de estos relatos tanto como David y yo lo hicimos en su día al seleccionarlos y al trabajar con ellos.
No son ni quieren ser literatura convencional o comercial, y ahí reside parte de su magnetismo y su fuerza.
Por ellos, nuestra tripulación, y por vosotros, lectores y amigos,
Salud.
Vicente Muñoz Alvarez