El amor a los amigos es un poco como el amor a tu padre y tu madre. Se supone que está ahí, pero no lo sabes con seguridad hasta que uno de ellos la palma o algo así. El amor a los amigos y los padres sólo se manifiesta con su ausencia, mientras que con las mujeres, si la cosa marcha, lo sientes, lo notas sin la menor duda, un pequeño calambre, una pequeña punzada, en el centro del pecho.
Tim Lott, White City