En el género de terror, los zombis o zombies nunca estuvieron entre mis preferencias; prefiero los vampiros, los monstruos o los hombres-lobo. Max Brooks, sin embargo, en literatura, y Zack Snyder y Danny Boyle, en cine, han logrado darles otra dimensión. Max Brooks publicó una novela sobre el tema, Guerra Mundial Z, y un ensayo de ficción, Zombi. Guía de supervivencia, y ahora por fin se edita la traducción de su cómic sobre estas criaturas, en cuyas páginas se consignan los ataques de los zombis a través de los siglos. Con potentes ilustraciones de Ibraim Roberson, cada capítulo nos lleva a un lugar del mundo y a una época distinta para mostrarnos historias donde se mezclan no-muertos con soldados, piratas, esclavos, esclavistas, guerreros ninja o cosacos. Las viñetas componen un festival (en blanco y negro) de cabezas cortadas, manos amputadas, dientes rotos, cráneos abiertos y carne en descomposición que resultan de lo más refrescante para el lector ávido de emociones fuertes.
"En lo que me concierne, no soy un escritor, soy alguien que escribe…" (Thomas Bernhard)
miércoles, octubre 20, 2010
Zombi. Guía de supervivencia. Ataques registrados, de Max Brooks. Ilustraciones de Ibraim Roberson
En el género de terror, los zombis o zombies nunca estuvieron entre mis preferencias; prefiero los vampiros, los monstruos o los hombres-lobo. Max Brooks, sin embargo, en literatura, y Zack Snyder y Danny Boyle, en cine, han logrado darles otra dimensión. Max Brooks publicó una novela sobre el tema, Guerra Mundial Z, y un ensayo de ficción, Zombi. Guía de supervivencia, y ahora por fin se edita la traducción de su cómic sobre estas criaturas, en cuyas páginas se consignan los ataques de los zombis a través de los siglos. Con potentes ilustraciones de Ibraim Roberson, cada capítulo nos lleva a un lugar del mundo y a una época distinta para mostrarnos historias donde se mezclan no-muertos con soldados, piratas, esclavos, esclavistas, guerreros ninja o cosacos. Las viñetas componen un festival (en blanco y negro) de cabezas cortadas, manos amputadas, dientes rotos, cráneos abiertos y carne en descomposición que resultan de lo más refrescante para el lector ávido de emociones fuertes.