lluvia, frío, viento
y a veces algo de nieve
ese era el panorama
del que disfrutamos
hace poco en Praga,
mi chica y yo
errábamos por
calles con aristas kafkianas
y yo iba hundido:
las noticias no eran buenas
durante aquellos paseos
luchaba por no desmoronarme
sólo podía pensar en
algunos versos sueltos
de javier das y de
ana pérez cañamares
no dejaba de imaginar
qué aspecto tendría ella
cuando se quedara sin pelo
y sin fuerzas por la quimio
ella:
me refiero a mi madre,
la que me dio la vida
esta vida que aún sufre,
este corazón hecho jirones
allá, perdido en algún rincón
de las calles grises de Praga.
José Angel Barrueco, Inédito