Un libro de entrevistas muy completo, y necesario para los admiradores de la obra de Federico Fellini. Costanzo Costantini fue amigo del director y guionista desde el principio de su carrera y mantuvo entrevistas con él durante años. Por medio de estas conversaciones descubrimos al artista, pero también al hombre. Fellini era un genio. Era un déspota en los rodajes, tenía un equipo fabuloso alrededor, amó mucho a Giuletta Masina y le puso los cuernos hasta la saciedad, convirtió a Mastroianni en su álter ego y jamás pudo rodar El viaje de G. Mastorna. Sus películas han servido de inspiración a otros grandes cineastas de la historia; al final del volumen hay algunas páginas con declaraciones de gente como Truffaut, Kurosawa, Bergman, Visconti, Welles o Umberto Eco. El libro incluye fotografías y algunos bocetos y dibujos del director. Costantini y él repasan su filmografía, sus relaciones con otros directores y escritores y actrices, sus éxitos y sus fracasos, su visión de la vida... Dice Fellini:
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Hacer una película me protege de todos los males. Cuando me pongo el uniforme de director, por decirlo así, me siento a salvo. A veces he llegado al plató con fiebre galopante, pero con mirar a través del objetivo se me pasa. Cuando ruedas, te vuelves tú mismo, o sea el director, sin edad, fuera del tiempo, sin achaques, invulnerable.