En 2002 David Benioff adaptó su propia novela para que Spike Lee dirigiese con buen pulso 25th Hour (bautizada en España como La última noche). Leo ahora la novela, sobre las últimas horas de un hombre antes de entrar en la cárcel y la adaptación es tan fiel que apenas encuentro alguna diferencia. Quien ya conozca la película volverá a encontrarse los mismos diálogos, situaciones y monólogos. Así que lo dejo a la elección de cada cual. Copio un sabroso pasaje:
–La primera vez que fui a la cárcel, tenía catorce años, era un chico pequeño y delgado. Tenía mucho miedo. Cuando acabé de cumplir condena, ya tenía barba. Era un hombre hecho y derecho. Volví a mi pueblo, encontré a mi madre y le di un beso. Ella se puso a gritar –Uncle Blue sonríe–. No me reconoció. He estado en tres prisiones diferentes, Montgomery, en tres países diferentes. ¿Sabes lo que aprendí?
Monty niega con su cabeza y espera la respuesta.
–Aprendí que la cárcel no es un buen lugar para vivir.
(…)
–Cuando llegues a Otisville, Montgomery, tienes que saber quién es quién. Encuentra a alguien a quien nadie proteja, un hombre sin amigos. Dale una paliza hasta reventarle los ojos. Que los demás piensen que estás un poco loco, pero que también eres respetuoso, respetuoso de la gente importante. Eres un chico atractivo. No te será fácil. Pero recuerda, yo tenía catorce años la primera vez. Y sobreviví –Asiente con la cabeza y mira fijamente a los ojos de Monty–. Hacemos lo que tenemos que hacer para sobrevivir.
Monty niega con su cabeza y espera la respuesta.
–Aprendí que la cárcel no es un buen lugar para vivir.
(…)
–Cuando llegues a Otisville, Montgomery, tienes que saber quién es quién. Encuentra a alguien a quien nadie proteja, un hombre sin amigos. Dale una paliza hasta reventarle los ojos. Que los demás piensen que estás un poco loco, pero que también eres respetuoso, respetuoso de la gente importante. Eres un chico atractivo. No te será fácil. Pero recuerda, yo tenía catorce años la primera vez. Y sobreviví –Asiente con la cabeza y mira fijamente a los ojos de Monty–. Hacemos lo que tenemos que hacer para sobrevivir.