La Feria del Libro de Frankfurt es un escaparate perfecto para los editores y los agentes. Van a la caza de manuscritos que merezcan la pena, de rarezas y de libros que puedan convertirse en un éxito de venta y de crítica. Al parecer, una de las novelas que más han interesado es “Beat the Reaper”, de Josh Bazell. Como en el mundo editorial se alude a etiquetas, dicen ya que es un cruce entre “Los Soprano” y “House”, porque trata de un tipo que colaboró con la mafia y acaba trabajando de médico. La novela, si es buena, terminará despojándose de etiquetas y comparaciones y respirará por su cuenta. El agente norteamericano de este autor, Bazell, ha recibido ya casi cincuenta ofertas para su publicación.
Pero a mí, de entre todas las ventas de la feria y los hallazgos, al menos las ventas de las que nos han informado los periódicos, me llama la atención el nuevo libro de David Benioff. Se titula “City of Thieves”, o sea, “Ciudad de ladrones” o “La ciudad de los ladrones” (así aparece en la prensa). Si no he entendido mal, sucede durante la Segunda Guerra Mundial, en el asedio a Leningrado. Un muchacho de diecisiete años recluido en un campo de concentración recibe la orden de un alto mando: debe encontrar una docena de huevos en el plazo de veinticuatro horas. Si no los consigue, lo matarán. Los derechos para España han sido adquiridos por Seix Barral. Lo curioso es que la novela no sólo no se ha publicado aún en Estados Unidos, sino que no saldrá hasta el próximo año, probablemente en mayo, como consta en la página de Amazon. Es, además, una novela breve. Si me llama la atención y estaré atento a su publicación es porque David Benioff es un tipo con un talento increíble.
Hace tiempo que recomendé, quizá un par de veces, su libro de historias cortas, “Descalza por el trébol y otros relatos”. Aquí lo publicó Umbriel, y me parece que ha pasado casi desapercibido. Es una pena, porque los relatos de Benioff son maravillosos. Su otro libro publicado en España es “La última hora”. Supongo que conocen la estupenda película que hizo Spike Lee, con Edward Norton. Dado que, además, Benioff es guionista de cine, él mismo escribió el guión. Ya en aquel texto se percibía su habilidad para los diálogos y para poner a personajes en situaciones al límite. “La última hora” (“La última noche”, se tituló aquí la película) recorría los últimos momentos de un hombre antes de entrar por primera vez en la cárcel. Las últimas copas que tomaba con sus amigos, antes de ir al talego; las últimas conversaciones con su padre; los últimos paseos por la ciudad, acompañado de su perro y de sus reflexiones; los últimos besos y abrazos con su novia. Era una despedida. Una despedida de la vida y de la ciudad, Nueva York, antes de recluirse en la sombra. Llevo meses buscando la novela por las librerías, y no he podido encontrarla. Es de suponer que Benioff no traicionó el espíritu de su libro en el paso al cine. De momento, he localizado “La última hora” en una librería de Salamanca. Ojalá no esté agotada. Puede que “City of Thieves” sea el espaldarazo que este escritor y guionista necesita. Estos días, Benioff es noticia por partida triple. A la compra exitosa de ese manuscrito hay que sumar sus nuevos guiones. Él se encarga del guión de un largometraje sobre Lobezno, el superhéroe de los X-Men. Y se encarga del texto de la nueva cinta de Jim Sheridan. A la feliz noticia sobre esta novela sobre Leningrado hay que sumar la publicación en USA de la primera novela de otro tío con talento, Junot Díaz: “La prodigiosa vida breve de Oscar Wao”. Díaz es autor de ese gran libro, “Los Boys”, que editó aquí Mondadori.