En el pueblo en el que estoy, Molsheim (en la foto, un restaurante de la plaza principal), no hay cibercafés y sólo puedo conectarme en un ordenador portátil prestado a partir de las 18:30 horas. Además, una hora de internet por estas tierras sale carísima. Salvo alguna excepción (quizá durante el fin de semana), tendré que actualizar este blog por la tarde/noche. Siento que así sea, pero no puedo hacerlo de otro modo. Por ello, pido disculpas.