Lejos de casa: ese es el título de mi cuento incluido en Zamora Cofrade. He conseguido una foto de la portada, aunque a baja resolución. Prometo escanearla cuando reciba mi ejemplar. Parece que este segundo número de la revista está gustando mucho, o esa es la impresión recibida al leer los foros de La Pasión de Zamora, de cuya web copio y pego la noticia de abajo:
La segunda edición de Zamora Cofrade se adentra más en la Semana Santa
De la perspectiva arriesgada de Redención al rostro sereno y cercano del Cristo de la Buena Muerte, siempre sobre fondo blanco, quizás ya su seña de identidad. Es la portada de Zamora Cofrade 2007, el segundo número de la revista que nacía el pasado año con el objetivo de aportar una visión independiente de la Semana Santa. Los autores: Singular Creativos y Oratio Comunicación.
«Mantenemos el espíritu de la publicación pero hemos corregido los fallos que cometimos en la primera edición» comentó Rodrigo Fernández uno de los responsables en la presentación celebrada en la Alhóndiga. José María Sadia, coordinador, apuntó uno de ellos: centrarse demasiado en el turista. «Nos hemos dado cuenta que a quien le interesa la revista es al semanasantero que ya conoce la historia de las cofradías y que pide más».
La revista -que mantiene su formato cuadrado y que ya está a la venta al precio de cinco euros- hace un repaso de la actualidad cofradía por cofradía, intercalando artículos (con colaboraciones de José Ángel Barrueco, Andrea Rodríguez y Ana Pedrero), entrevistas, reportajes y artículos de lectores. Esto último es otro de sus aspectos destacados. La apertura a la participación: «pretendemos ser testigo privilegiado de las voces, de las gentes que hacen posible la Pasión». No en vano tres de los artículos publicados han sido remitidos por cofrades.
Hubo quien comentó al finalizar la presentación la grandeza de la Semana Santa de Zamora, que permite la edición de diversas publicaciones y que convivirán seguramente en la misma estantería. Institucionales o independientes, con diferentes puntos de vista y formatos. Pero siempre con un denominador común, el sentimiento que en estos días embarga al zamorano.