Gracias a las recomendaciones de un par de amigos zamoranos, el viernes pasado fuimos a ver el directo acústico de un grupo de pop-rock llamado Vetusta Morla. Tocaban en un café de Madrid y acudí a escucharlos sin saber nada de ellos. No sabía si cantaban en inglés o en español (lo hacen en español), ni sabía si eran poco o muy famosos (son muy famosos en el circuito de música independiente), ni cuál era su estilo o cuántas personas formaban la banda. Mi única información era que, de momento, han grabado algunas maquetas o demos. Y que varios de mis amigos los idolatraban, sobre todo quienes trabajan en la música y están tocando en varios grupos de Madrid y Zamora. No obstante, a veces me gusta acudir a conciertos de bandas a las que nunca antes he oído. Un grupo es más puro, más auténtico, en los directos, y verlos en el escenario es una adecuada carta de presentación. Además, si no me gustaban no tenía demasiado que perder: la entrada sólo costaba seis euros y, presentándola en la barra, te servían una caña de cerveza.
Del grupo de colegas que fuimos, sólo dos o tres de ellos conocían la trayectoria del grupo. Los demás, cuando iban por la segunda canción, coincidimos en que su calidad es aplastante. Sobre el escenario, seis músicos despliegan su magia. Entre todos tocan un montón de instrumentos. Alguien me recordó que el nombre, Vetusta Morla, proviene de la novela de Michael Ende, “La historia interminable”: Morla es la anciana tortuga que vive en El Pantano de la Tristeza y a la que el protagonista, Atreyu, acude en busca de respuestas. “La historia interminable” fue un clásico de mi infancia. La banda la forman: Pucho (voz), David García “El Indio” (batería), Jorge González (percusión), Guillermo Galván (guitarra), Juan Manuel Latorre (guitarra) y Álvaro Baglietto (bajo). Se formaron en Tres Cantos, hace ya algo más de ocho años. Recogen influencias del pop británico y de la percusión latina. Han ganado algunos premios y suelen tocar en garitos y salas madrileñas, pero también han actuado en lugares como Valladolid, Pontevedra, Tarifa e incluso en Mantua y en Beirut, donde participaron en el Festival Anti Crisis. Quizá algún día toquen en Zamora; si fuera así, procuren no perdérselos. En su página web pueden descargarse los temas de “La cuadratura del círculo”, grabados en Los Conciertos de Radio 3. Sin embargo, puedo jurar que aún suenan mejor en directo que en una grabación. En YouTube hay algunos videoclips y grabaciones de su andadura por las salas madrileñas.
Vetusta Morla es una banda con mucha fuerza, con temas dotados de armonía y letras líricas y consistentes, con músicos muy compenetrados en el escenario. La energía que desprenden es contagiosa, y también el ritmo. Una vez que uno escucha las primeras canciones no se explica por qué aún no han grabado un disco para una discográfica de las grandes. Y lo cierto es que tienen numerosos seguidores. Acaso sean los misterios del panorama musical de la actualidad, obsesionado por hacer caja rápida con todos esos cantantes de diseño, salidos de escuelas y concursos como si fueran clones construidos en una fábrica de juguetes. A los músicos de verdad les toca sufrir y sudar lo suyo, tocando en pueblos y en bares pequeños, fogueándose durante años hasta que encuentran una oportunidad. El garito donde tocaron el viernes (y el sábado) por la noche se llama Café La Palma. Estaba lleno. Recomiendo escuchar su maqueta “Mira”, donde se encuentran temas como “La gravedad” o “La marea”.