Apasionante. Esa es una de las palabras para describir este libro, subtitulado La generación que cambió Hollywood. El título original es Easy Riders, Raging Bulls, en alusión a dos películas básicas de la revolución de los nuevos cineastas que surgieron a finales de los sesenta: Easy Rider (Buscando mi destino) y Toro salvaje. Biskind se ha entrevistado con media industria, y construye un libro que se devora desde la primera línea.
Ningún cinéfilo debería perdérselo, porque su autor nos habla de los entresijos de los rodajes, de cuánto cambió, por ejemplo, El padrino, desde su idea original hasta su estreno. Y nos habla de los directores que cambiaron el cine en los años setenta: Altman, Lucas, Coppola, Ashby, Spielberg, Friedkin, Bogdanovich, Cimino, Malick, Scorsese, Schrader, y de películas como M.A.S.H., La guerra de las galaxias, Apocalypse Now, Tiburón, El exorcista, Malas calles o La puerta del cielo. Directores que conocieron éxitos brutales (French Connection, La última película, Taxi Driver) y fracasos estrepitosos (THX 1138, Corazonada, Popeye, Carga maldita, 1941), y productores, guionistas y directores que se introdujeron en una tela de araña hecha de drogas, sexo, alcohol, poder, traiciones, suicidios y asesinatos. Apasionante, repito. Un libro de cabecera. Dentro de un par de semanas me pondré con el otro ensayo de Biskind, Sexo, mentiras y Hollywood, sobre el cine independiente de los noventa.