Uno de los acontecimientos del próximo mes será, me parece a mí, el nuevo disco de La Sonrisa de Julia, grupo en el que, como recordarán, tocan dos zamoranos. Se titula “Volver a empezar”. Me lo habían comentado un par de amigos, que han tenido la oportunidad de escuchar algunas canciones. Los dos me dijeron lo mismo: “El próximo trabajo de La Sonrisa de Julia va a ser tremendo, va a pegar muy fuerte”. Aquí en Madrid nosotros salimos, algunos viernes o sábados en los que toque festejar cualquier cosa digna de hacerlo (cumpleaños, principalmente), con una panda de zamoranos metidos en la música y en el cine: Héctor Rojo, quien prosigue incansable dándole al bajo en los conciertos de jazz de la noche madrileña; su hermano Diego Rojo y Raúl Prieto, ambos de La Sonrisa; Manu Sanabria y Oscar Llorente, el uno director de “Sinfín” y, los dos, componentes de Los Sinsong; Lito, de Nacional Siete, con el que tengo pendiente un café para que me muestre las letras de las canciones que ha compuesto, cita que los dos aplazamos una y otra vez por incompatibilidad de fechas; y, junto a ellos, las novias y otros amigos comunes.
Cuando salgo de jarana con dicha panda siempre estoy tentado de preguntarles, uno por uno, cómo van sus proyectos, si están componiendo nuevos temas o metidos ya en la escritura de otro guión, si tendremos pronto un nuevo disco o un single inédito. Pero al final me muerdo la lengua. Porque, aunque estamos hablando de las pasiones de cada uno, y de distintas actividades artísticas, en el fondo todo esto es trabajo, y no conviene aburrir las noches festivas del personal charlando de cada oficio. Esas madrugadas, creo yo, están para olvidarse del trabajo y emplear el tiempo en relajar la cabeza. Así que, minutos antes de empezar el artículo, he entrado en la página web que La Sonrisa tiene en internet. En su foro, el vocalista del grupo anuncia oficialmente que el disco saldrá a la venta en abril (luego me dicen que será en mayo). Comprobado esto, me da por leer algunos de los últimos mensajes. En uno de ellos, algún fulano los acusa de plagiar dos temas de Los Planetas. Esto ocurre a menudo y no debemos alarmarnos, sólo hay que dejar que amaine la tormenta y el tiempo diluya las envidias: en cuanto alguien triunfa salen hasta de debajo de las piedras los acusadores, obstinados en que tal o cual disco es un plagio, en que tal novela está copiada de otra que nadie conoce, en que la idea de aquella película era de una maruja anónima a la que no hicieron caso. Si “El Código DaVinci” ése no hubiera vendido tanto, no habrían nacido a su sombra esos cincuenta libros que desmienten sus teorías o las complementan o las afirman, ni esas acusaciones de plagio que a mí me da igual si son falsas o verdaderas porque no me interesa esa novela. Sucede en esta vida miserable que por el éxito suelen pagarse varios tributos, uno de los cuales es que aparece gente que pone una denuncia o acusa al famoso de haberle fusilado la idea.
Al final, y para completar el artículo, llamo a Diego Rojo. Me confirma el título del disco, “Volver a empezar”, y la fecha de salida: quince de mayo. Semanas antes escucharemos el primer single: “El tren” es el título encargado de abrir fuego. Parte del disco fue grabado en el País Vasco, y parte en Madrid, e hicieron la masterización en Nueva York. Un total de doce canciones, que esperamos con ansia. Hoy la banda está de camino a Santander, para grabar allí un vídeo musical. En esta ocasión han firmado con Universal Music. Casi nada. Viva en la provincia o fuera de ella, triunfe o no, lo cierto es que la gente de mi tierra va sobrada de talento.