vocación
te dirán que no es un trabajo
ni un “un empleo de verdad”
sólo
una pérdida de tiempo
no se gana dinero ni tienes la sombra
de un jefe revisando tus horarios
para ellos es un hobby menor
o un pasatiempo que podría
desempeñar cualquiera
recalcarán
una y otra vez
una y otra vez:
no se gana dinero
no hay un sueldo fijo
te morirás de hambre…
pero escúchame con respeto:
si la escritura es tu pasión
y tu oxígeno en los días malos,
no abandones ni les escuches,
aunque deberás someterte
a la penuria y a la derrota,
al clavo y al fuego
y a la burla…
que no puedan contigo,
muchacho,
que no te venzan,
que no te dobleguen.
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un vaso de mosto
hubo una vez un hombre neerlandés
que escribió con rabia contra todo:
Thomas Bernhard
nacido en Heerlen el 9 de febrero
de 1931, falleció 58 años después
en la localidad austriaca en la que
vivía desde 1965:
un 12 de febrero de 1989
hacia las 7 de la mañana
y con un vaso de mosto en la mano
los problemas cardiacos y pulmonares
lo aplastaron durante media vida…
el acoso implacable de una
enfermedad lo condujo a sufrir
un ataque al corazón: sarcoidosis
él lo sabía y se lo comunicó
a su editor, Siegfried Unseld
David González intuyó
su propia muerte:
y también se fue
a los 58 años y en febrero
y seguro que mi madre sospechaba
la inminencia de su propio deceso
¿cuánta locura es capaz de
soportar un ser humano
al saber que sus pies
están tanteando la tumba?
¿cuánta entereza necesita
un hombre o una mujer
para afrontar que sus huellas
pronto serán ceniza?




