sábado, octubre 22, 2016

Doscientas sesenta y siete vidas en dos o tres gestos, de Eugenio Baroncelli


Éste es uno de los libros con los que más he disfrutado últimamente, y me acompañó en mis viajes de verano. Eugenio Baroncelli sigue la senda de Marcel Schwob y nos ofrece un abanico de vidas (267, como el título indica) de las que extrae lo mejor o lo más singular o lo más atractivo o literario. Pero, allá donde Schwob construía textos largos, Baroncelli opta por la síntesis, por la miniatura, de tal manera que cada semblanza puede ocupar apenas unas líneas o dos páginas, dependiendo del criterio del autor. Por aquí encontramos a Herman Melville, H. P. Lovecraft, Jean Renoir, Sylvia Plath, Bruno Schulz, Max Brod, Samuel Beckett, la reina de Saba, Alejandra Pizarnik, Cecil Day-Lewis, Mahoma, Alfonsina Storni o Harrt Crane. Nombres conocidos, pero también otros que el autor ha sacado de su entorno, es posible que a veces de su imaginación, y de gente a la que conoció o de celebridades que hoy han dejado de serlo.

Los detalles que Baroncelli elige para dar varias pinceladas a una biografía son fascinantes, e incluso de las vidas vulgares, anodinas, es capaz de extraer el zumo literario preciso para que el libro nos entusiasme. Es un volumen para releer al azar, un compendio de personajes que no sé por qué no ha tenido más éxito. Y debería. 


[Periférica. Traducción de Natalia Zarco]