Los malditos números negativos
Cuento por desamores los amores que he tenido. Es un número igual, el único y el mismo, el de mujeres que de mí se han enamorado para luego desenamorarse. Si el amor suma, y el desamor resta, la cuestión está en que la suma de ambos dé +1. Con un +1, con sólo un +1, la vida está resuelta. (Amén de que en esta suma no son posibles los malditos números negativos). Donde hay amor no importa el pan duro sobre la mesa. Todos lo demás: excusas y, justificaciones. Pero no es fácil el amor. El amor hay que lucharlo. El amor, hay que lucharlo: porque es cosa de dos.
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David Lynch
Los celos y los saxofones y los telones rojos, los terciopelos azules y las orejas y las cabezas borradoras, las búsquedas y los encuentros y los viajes al pasado, los sueños y las pesadillas y la locura, la fama y la mentira y el sexo, el amor y el odio y la ternura, las calles y los bailes y las prostitutas, las llamadas telefónicas y los asesinatos y la inocencia, la culpa y la oscuridad más gris y el deseo, la música y el cine y lo cotidiano, lo borroso y lo ampliado y el alcohol que ciega, la astucia y la malicia y la noche sobre nuestras vidas, lo subterráneo de nuestras mentes y lo subterráneo de nuestros actos y los sótanos de la cordura, lo encerrado y lo luminoso y la muerte, el poder y el pánico y la violencia, el cariño y las sospechas y las certezas, lo escondido en el fondo de un misterio y las cajas de tiempo y los aromas penetrantes, los enanos y los sombreros y los desfigurados, la compasión y la pasión y la belleza, lo más horrible y lo más sencillo y lo menos doloroso, lo oculto y lo mostrado y lo inerte, lo que brilla y en seguida se desvanece y lo feo y la mano que te miras después de lo que hiciste, lo obstinado y lo veloz y el beso. Eso, el beso. Te sentiste como un beso recordando lo mostrado por Lynch. Lynch se mueve en espacios donde cabe todo y si pensaste que no cabía, te equivocabas. Miraste una detrás de otra todas las películas de Lynch hasta que te encontrabas en su universo, el universo donde lo oscuro brilla en la mirada más feliz.
[Excodra Editorial]