Por fin tenemos aquí otro libro de Mark Z. Danielewski tras La casa de hojas. Lo primero que debemos destacar es su edición, el cuidado con el que se han seguido las ideas y las obsesiones estéticas del autor, un hombre al que le fascina el libro como objeto, como continente en relación al contenido, como herramienta que cuenta una historia junto con las palabras. La edición, por tanto, se presenta con colores, relieves, ilustraciones y diversas fuentes de letra. Es un volumen nacido para exponerse en una vitrina, y es de agradecer que los editores (Pálido Fuego & Alpha Decay) hayan cuidado hasta el último detalle para no adulterar la obra original. Eso en cuanto a la factura estética y la maquetación que, insisto, también cuentan la historia.
En cuanto al contenido: se trata de una novela corta, o más bien de un cuento breve con toques fantásticos que a mí me recuerda a lo que hace Neil Gaiman. Si se pretendiera comparar este libro con House of Leaves, evidentemente La espada de los cincuenta años perdería: no es una obra tan ambiciosa, tiene algo menos de 300 páginas y el texto sólo aparece en las páginas de la izquierda, y está escrito de una manera que recuerda a la poesía de verso libre. Seguro que los enemigos de estos presupuestos estéticos la atacan; sin embargo, hay que centrarse en la narración, en lo que cuenta el autor. Véanse los elementos con los que juega: un grupo de huérfanos, un siniestro cuentacuentos, varios narradores, una costurera, una fiesta de Halloween y un Hombre Sin Brazos que fabrica espadas, espadas que no sólo matan gente, sino también países o ideas, dependiendo de la función para la que hayan sido creadas. Puro goce, pura fantasía. Mark Z. Danielewski ha encontrado un camino que se sitúa en un territorio extraño en el que confluyen el cuento infantil, la novela gótica, la poesía e incluso el cómic.
[Pálido Fuego & Alpha Decay. Traducción de Javier Calvo]