Cuando el sol caía sobre el agua
de la pileta de lona,
en la casa de mi tía
en Puente Alsina.
Yo aprovechaba y me metía con mis primos a jugar.
El piso de Porlan quemaba mis pies.
Mi tío Raúl,
parado en la puerta
con su cerveza en la mano
nos miraba.
Mi tía siempre con un cigarro encendido
y un trapo viejo, blanco y rojo
sobre el hombro:
tenía la cara flaca,
el pelo largo y negro,
con un flequillo cortado a mordiscones.
Mi tía murió de cáncer de pulmón.
Fumaba demasiado.
Me hubiera gustado decirle que
se parecía a Patty Smith.
Daniel Loza, Resaca