-¿Cuántos años
dijiste que tenías?
-Entre cuarenta y
cuarenta y cinco. Pero algunas cosas son intemporales. Con catorce años quieres
mirar por debajo de los vestidos de las mujeres. Con cuarenta quieres mirar por
debajo de los vestidos de las mujeres. Con setenta tienes un pie en la tumba,
pero levantas la vista al cielo y esperas tener una última oportunidad de mirar
por debajo de la falda de una mujer. Los bajos de los vestidos suben y bajan,
pero en realidad nada cambia.
Geoff Dyer, Amor en
Venecia, muerte en Benarés