Por fin he visto esta gran película, galardonada con un montón de premios, entre ellos el Oscar. Partiendo de una situación clásica (el divorcio de una pareja joven), la trama se va complicando a medida que los personajes toman decisiones, algunas acertadas y la mayoría erróneas. Cada acción desemboca en una reacción que lo embarulla todo aún más, empujando a dos familias a enfrentarse. Lo interesante es que, mediante esa propuesta, el director nos habla de varios temas: la religión, el conflicto, las mentiras y las verdades a medias, la responsabilidad paterna, el paro, el Alzheimer, la figura de la mujer iraní, la desesperación, el ansia de dinero… Tan tensa como una peli de Hitchcock, y no lo digo en broma.